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Festival de Música El Greco 2019

15/06/2019

Después de las Batallas (de órganos) vino la Paz y para ello, nada mejor que dejarse llevar por la Música para las Grandes Fiestas en la Catedral Toledana en el siglo XVIII y ahí se incluye el Corpus, uno de los tres días señalados para el cristianismo, que relucen más que el sol. El grupo ‘Exordium Musicae’ ha realizado una extraordinaria labor musicológica al imitar los dos coros originales del siglo XVIII- cada uno con las voces de triple, contralto, tenor y bajo- y un conjunto instrumental formado por violines, oboes, trompas, bajones, violonchelos, contrabajo y órganos. Se recrearon obras de F. Juncá y la Misa en Fa Mayor de M. Canales, que compuso esta misa para la festividad del Corpus Christi toledano. Nada, salvo alabanzas,que decir del ya plenamente asentado en la Primavera toledana Festival musical del Greco, organizado y mimado por la Real Fundación de Toledo, ahora que ya están los toldos puestos y huele a tomillo  marianil y a corpus por los patios y calles del sacro recorrido. La elección del espacio catedralicio, el Transparente de la propia Catedral,  como muy bien explicó el deán de la Catedral, Don Juan Miguel Ferrer, tiene que ver con el significado religioso de la Fiesta en la Biblia. En los Hechos de los Apóstoles se le adjudica la presencia casi silenciosa y ‘transparente’ al Paráclito, un carisma y una especial valentía frente a la duda y posibilita la comprensión o glosolalia que fortifica a toda la comunidad cristiana y le da ánimos. En su origen, Shavuot, era una Fiesta Judía, de las tres que exigían la presencia del creyente en Jerusalén y en el propio Templo y que se celebraba, a los cincuenta días después de la Pascua, de ahí su nombre, que deriva del griego ‘pentecostés’ que significa ‘quincuagésimo’. Si en principio fue para los judíos, la fecha del recuerdo de la entrega de las Tablas de la Ley a Moisés, después se convirtió en una fiesta agrícola de recolección, en la que se llevaban los frutos al Templo. Cuando pasó al cristianismo, lo hizo con  un significado diferente, la presencia y aparición del espíritu Santo, en forma de paloma y no es casual que estos día se celebre el Rocío en Almonte y a su ‘Blanca Paloma’. El Apocalipsis define muy bien el efecto espiritual: ‘Un río de agua viva, resplandeciente como el cristal, abierto al trono de Dios y del Cordero’. Así lo vimos todos esa tarde en el Transparente de la Catedral. Ojalá nuestros  atribulados políticos aprendiesen algo de nuestros Deanes; por ahí andaba discreto Don Juan Sánchez que les podría dar unas clases….