Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


Presidente de la República

26/08/2022

En Colombia, por unos segundos, Pedro I, El Mentiroso, fue presidente de la República Española. Como Niceto Alcalá Zamora. Como Manuel Azaña. O como Diego Martínez Barrio. Así lo anunció, la voz en off de la presentadora, que explicaba el acto de la comparecencia conjunta de los dos mandatarios.
Parece que el presidente del Gobierno del Reino de España sonrió ante la equivocación, pero nunca sabremos si fue una sonrisa de ensoñación, de espontaneidad, de satisfacción íntima o de mera aceptación de la anécdota. Sí que se explica el fallo por un efecto mecánico de la narradora: comenzó presentando al presidente de la República de Colombia y, automáticamente, le salió lo de presidente de la República de España.
Esto me recuerda un gazapo, en un periódico de Zaragoza, donde en la reseña de un acto se publicó: "El acto fue presidido por el Excmo. señor Gobernador Civil, y señora, a quien acompañaron el alcalde la ciudad, y señora; el señor arzobispo, y señora, y el rector de la Universidad, y señora". De haber sido cierto, puede que fuera la primera vez, en la historia de la Iglesia, en la que un arzobispo asistiera a un acto acompañado de su esposa.
Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención, respecto a la rueda de prensa conjunta de los dos presidentes, ha sido las referencias llevadas a cabo por Pedro Sánchez al jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Es casi imposible que, en las visitas oficiales de los presidentes de Gobierno o primeros ministros, se mencione a los rivales políticos, y mucho menos se les critique. Esta especie de tabú diplomático ha sido tumbado --en aras de la transparencia-- por Pedro Sánchez. Y no por intereses domésticos, claro, sino en su afán de proporcionar a los periodistas colombianos datos acerca de un personaje del que en toda Colombia se habla: Alberto Núñez Feijóo. Es de esperar que, en las ruedas de prensa que se celebren en Honduras y Ecuador, Pedro Sánchez satisfaga la enorme curiosidad que existe entre hondureños y ecuatorianos sobre Alberto Núñez Feijóo. Y este, obligadamente, deberá dar las gracias por tal campaña, inédita hasta ahora.