Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


La izquierda desunida

27/09/2019

Si pensaban que el parlamento estaba fragmentado en esta breve legislatura, no se pierdan lo que va a entrar a partir de noviembre. Hay una forma más castiza de decirlo, pero dejemos en paz a la abuela por el momento.
Íñigo Errejón ha confirmado que se presenta a las próximas elecciones generales del 10 de noviembre para, según ha dicho, poner sus diputados «al servicio de un gobierno progresista». Es decir, que si se vuelve a dar la situación de bloqueo que tuvimos este verano y él tiene la llave, el desbloqueo está asegurado. También en el PSOE se muestran más optimistas con las negociaciones que pudieran surgir con Más País por lo que dijo el portavoz del grupo socialista en el Senado esta semana sobre los mensajes «más esperanzadores» que los de Iglesias.
Pero mucho me temo que las cosas no van a ser tan fáciles de decidir. Hasta el momento se han ido publicando algunas encuestas que más que arrojar luz generan más incertidumbre. La del CIS de ayer aún no tenía a Errejón en la ecuación, ni siquiera la confirmación de la repetición electoral. La de GAD3 que dirige Narciso Michavila ya cuenta con esta variable, pero la muestra aún deja muchas lagunas.
Lo que está claro es que va a ser un elemento de distorsión electoral y también político. Podemos intuir que el espacio que va a disputar será sobre todo en el partido del que procede, Unidas Podemos, que si algo han demostrado es que ni pueden ni están unidos. ¡Ay! Qué tiempos aquellos en los que sí que había una Izquierda Unida, y no una mera unión de siglas como lo que hay ahora. Si Julio Anguita levantara la cabeza.
Pero aunque eso sea así, en el PSOE no están todo lo tranquilos que dicen estar. Miran de reojillo esos movimientos porque la falta de acuerdo para la investidura también les afecta. No obstante pueden confiar en recuperar alguno de los votos que se fue a Ciudadanos. Porque los de Albert Rivera serán los grandes perjudicados en esta nueva cita. Y se lo han ganado a pulso.
Aún falta por saber dónde se van a presentar para hacer Más País, aunque será en grandes núcleos urbanos seguro, y no en las zonas rurales. Con quién harán alianzas, y qué programa van a llevar. Qué les va a diferenciar de sus hermanos. Definir eso, y poner distancia será lo que marque la diferencia.
Todo dependerá de los resultados, otra vez, pero esta nueva escisión de la izquierda no parece que vaya a facilitar las cosas, si la derecha no consigue sumar. Y eso sin tener en cuenta la temida abstención por el hastío ciudadano. Será que nos hemos acostumbrado a la legislaturas efímeras pero, ¿quién puede asegurar ahora mismo que con este panorama no volveremos a elecciones el próximo año?