Miguel Ángel Dionisio

El torreón de San Martín

Miguel Ángel Dionisio


Campos del Renacimiento

22/09/2021

Durante bastante tiempo el modelo turístico español por antonomasia fue el de sol y playa. Sin embargo, poco a poco, se ha ido desarrollando con fuerza otra modalidad, que, basada en su enorme patrimonio histórico y artístico, ha puesto en valor el interior de España. En un momento en el que uno de nuestros grandes y graves retos es el del despoblamiento de muchas regiones, este tipo de turismo puede convertirse en un verdadero motor de desarrollo y dinamización de pequeños pueblos y amplias comarcas. Por ello, dar a conocer la riqueza cultural, artística, gastronómica de esa España vacía, es una de las mejores garantías para el futuro de la misma. Cualquier iniciativa, en tal sentido, ha de ser alentada y valorada.
Es lo que han hecho en Palencia, en esa comarca de tan recia personalidad que es Tierra de Campos, donde, a impulso de la diócesis, financiado por la Diputación palentina con la colaboración de la Junta de Castilla y León y gestionado por la Fundación Las Edades del Hombre, se ha puesto en marcha el Museo Territorial Campos del Renacimiento, que permite conocer, in situ, el extraordinario patrimonio de las parroquias de Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava, con cinco sedes, la iglesia de Santa María de Becerril, la de Santa Eulalia de Paredes, las de San Pedro y de San Facundo y San Primitivo en Cisneros y Santa María en Fuentes. Cada una de ellas auténticas joyas, a las que se puede sumar cualquiera de las espléndidas iglesias de las pequeñas poblaciones que las rodean.
Para alguien amante del arte, de la historia, de la cultura, la experiencia estética que se le ofrece es de una exquisitez pocas veces alcanzable. En un ámbito territorial relativamente reducido se condensa un conjunto de obras arquitectónicas, escultóricas, pictóricas o de orfebrería de altísima calidad, ingente en su número, realizada por artistas de primera categoría que, durante el Renacimiento, momento de esplendor de toda la comarca, nacieron, vivieron o se instalaron allí, como Pedro de Berruguete, nacido en Paredes en 1445, bautizado en la misma iglesia de Santa Eulalia donde lo sería su hijo Alonso, uno de los más geniales artistas de la época; en Paredes nació también otro de nuestros más grandes poetas, Jorge Manrique. En Becerril vivió e instaló su taller el personalísimo Alejo de Vahía, uno de los escultores más interesantes de finales del siglo XV. En Cisneros me quedé sin palabras ante los artesonados, maravillosos, de San Facundo, aunque los de Santa María, en Fuentes, no les van a la zaga
Visitar este Museo Territorial es un auténtico deleite de los sentidos, una elevación maravillosa del espíritu, una vivencia extraordinaria a la que les animo. Un modelo de desarrollo económico, social y cultural que puede servir de ejemplo a otros lugares. Quizá, algún día, podamos disfrutar en nuestras tierras toledanas de unos Campos visigóticos.