Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Cebollas

25/02/2021

Apena ver los daños que ha causado la borrasca Filomena sobre las plantas y los árboles de los patios, las calles y los pequeños huertos.
El patio está aturdido, confundido porque ya no está el naranjo, ni los geranios, ni las cintas, ni las monsteras, ni las cactáceas, ni las crassulas, ni el jazmín. Hasta las resistentes aspidistras muestran sus hojas heridas por las quemaduras del frío y a duras penas van recuperándose.  Muchos árboles de calles y jardines han resistido, en su mayoría caducifolios que no tuvieron que soportar tanta nieve atrapada entre las hojas como las frondosas y coníferas. Otros cayeron, sobre todo ejemplares no autóctonos y aquellos con raíces poco desarrolladas porque al tener agua de riego cerca no necesitaban profundizarlas. Otros se troncharon por la base o por las ramas principales, aplastando arbustos y matas que se cobijaban bajo su copa. Algunos morirán más adelante debido a que las lesiones que han sufrido son graves y les exponen a las enfermedades y a la sequía. Una lástima y una pérdida de patrimonio que lograremos restituir con esfuerzo en muchos años.
Los huertos familiares también se helaron porque el rigor del frío venció la resistencia de las verduras de invierno. Las lechugas y las escarolas murieron, los brotes de las habas se marchitaron, las hojas de las acelgas se ennegrecieron, los repollos perdieron firmeza, se entristecieron las borrajas y se estropeó la remolacha. Sin embargo, las cebollas aguantaron firmes en su sitio como si no fuera con ellas la gélida temperatura. No en vano nos acompañan desde hace miles de años. Aclimatadas se cultivan prácticamente en cualquier sitio y son un ingrediente de la gastronomía del mundo.
De nombre científico Allium cepa, su ciclo biológico dura unos dos años desde que brota de una semilla hasta que produce las propias. Los tallos verdes de la fase inicial se conocen como cebolla tierna o cebolleta- aunque la verdadera cebolleta sea otra planta: Allium fistulosum- y los bulbos, que se forman en la fase intermedia, se recogen del campo y se secan para su uso como cebolla. Si se dejan en la tierra brotan y de sus hojas crecen los vástagos florales.
La cebolla es un alimento con figuras de calidad diferenciada en España. La Indicación Geográfica Protegida ‘Calçot de Valls’ distinguida por la forma de cultivar los brotes de los bulbos maduros de la variedad Blanca Grande Tardía de Lérida, cubriéndolos de tierra a medida que crecen para que la parte que se consume sea larga, blanca y tierna. Y la Denominación de Origen Protegida ‘Cebolla de Fuentes de Ebro’ cuya calidad se debe a las tierras zaragozanas donde se cultivan las variedades autóctonas, Cebolla Dulce de Fuentes y Cebolla Blanca Gruesa de Fuentes.
Castilla-La Mancha, con el 44,4% de la superficie nacional plantada donde se produce el 57,9% de la cebolla del país, cuenta desde 2020 con el informe favorable para el registro de la Indicación Geográfica Protegida ‘Cebolla de La Mancha’ para amparar las cebollas tipo Recas que se cultivan en 359 municipios de la región.