José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Los conspiranoicos

08/04/2020

No es que parezcamos tontos, es que estoy convencido de que lo somos. Mientras el Estado intenta comprar por ahí equipamiento para hacer frente al bichito, los particulares han dejado de hacerlo. Las empresas especializadas en compraventas internacionales han desistido de comprar mascarillas, test y respiradores. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que en las aduanas españolas le han confiscado a muchas de ellas materiales adquiridos para el coronavirus con la excusa de que el Estado las necesita para distribuirlas directamente. Pero como el Estado es inoperativo e ineficiente, en comparación con la empresa privada, llevamos perdidos 15 ó 20 días sin los materiales necesarios. Ahora parece que «alguien ha comprado algo», para algo, sin que haya sido necesario devolverlos. Ha sido todo un logro después de estar anunciando que «alguien había comprado algo» sin comprarlo o teniéndolo que devolver con la excusa de que lo habían comprado por teléfono. Al final han sido las Comunidades Autónomas directamente quienes se han buscado proveedores, y han demostrado ser más eficientes que el Estado mismo. Me estoy refiriendo al pedido de Castilla-La Mancha que estaban reteniendo los turcos. Por lo menos hay alguien que hace «algo». ¿No? Luego aparecen los conspiranoicos, que tienen datos que los mortales comunes no tenemos. Por ejemplo, la provincia de Wuhan no ha infectado a la provincia de Beijing, el antiguo Pekín, donde residen las autoridades chinas, que está a 1.000 km del foco, y sin embargo han infectado a los Estados Unidos que está a una distancia 10 veces mayor, y según estos señores, -que repito deben tener unas fuentes fenomenales-, China está comprando todas las sociedades importantes europeas y americanas, de lo que se deduce, según las mismas fuentes, que el virus es una bomba científica para doblegar a Occidente y a Japón. Podría ser, pero no hay ninguna prueba. Otros conspiranoicos atribuyen el invento a los americanos, que lo han hecho para tener una excusa con la que meterle mano a China, y que la fórmula del Covid-19 la tiene patentada EE.UU. Lo que está claro es que ni los ingleses ni los españoles estaban en la conspiración, a tenor de las relaciones que han tenido los gobernantes de ambos países. El nuestro con el tema de las manifestaciones y la falta de prevención de la situación, y el Boris, -que se las daba de chulito en la televisión como si la cosa fuera solo con los viejecitos, a los que despreció con su actitud-, la vida le ha dado dos tazas de lo que no quería, y precisamente ayer o antes de ayer entró en la UCI a ver si le salvan la vida, porque creo que cuando entras en la UCI es para eso. Solo hay que ver la cara que tiene de «bobalicón que se le llena la boca de agua cuando llueve», para explicarse sus actitudes con Europa, el Brexit y el virus. Y es que salir elegido por las urnas será legítimo, pero al tonto no lo arregla.