Hay cosas que una persona de inteligencia y juicio normales no puede soportar con serenidad como la cantidad apabullante de películas ‘gore’ con fuentes de sangre y trozos de tripas y carne tumefacta salpicando la pantalla, las apariciones estelares del presidente Pedro Sánchez, los dientes de Pablo Iglesias o escuchar y leer que Penélope Cruz ‘Pe’ es guapísima con su escaso centímetro de labio superior, el estado lamentable del Prado en Talavera, o tomar el nombre de 007 en vano como pasa en las últimas películas de Bond, James Bond. Tampoco se pueden digerir con calma las últimas manifestaciones de ecologistas murcianos que dicen ahora que los peces del Tajo que se cuelan en el trasvase al Segura son responsables del desastre ecológico que está sufriendo la fauna de este río medio seco. Toma ya ecología responsable y profunda, les importa ‘a dime’ es decir, un pimiento que decía Clark Gable en ‘Lo que el viento se llevó’ la catástrofe del trasvase pero la destrucción y calamidad que el maldito trasvase supone para el Tajo y toda su cuenca, desastre sin parangón en la ecología moderna de los países civilizados, no les remueve la conciencia aunque ponen el grito en el cielo porque los peces del Tajo se comen a los autóctonos del Segura, es lo que faltaba para poner la guinda al pastel del hartazgo del trasvase: los ecologistas que se quejan de la paja del ojo ajeno pero no ven la viga del suyo, que pongan un semáforo en el agua que se llevan y que no dejen pasar los peces del Tajo a su nocivo Segura.
No sé el propósito de toda esta farfolla, pero lo que sí digo es que cuando en Europa que están mucho más avanzados y concienciados que aquí en cuestiones como los trasvases no se plantean hacer ninguno y están radicalmente prohibidos, será por algo.
Como siempre espero que tras esta última majadería ‘de pata de banco’ las autoridades de Castilla-La Mancha o aunque sea la alcaldesa de Talavera digan algo, hagan algo, que protesten por lo menos: resulta que además de llevarse el agua y dejar la ribera del Tajo como una ruina, llenarnos el territorio de dañinas granjas de cría intensiva de cerdos y qué se yo cuantas calamidades más, los ignorantes ecologistas murcianos nos acusan de que los peces del Tajo que llegan al agua del Segura están acabando con su equilibrio ecológico y quien sabe cuántas memeces más. Pues que renuncien de una vez al perverso trasvase y que den por acabado este hecho postizo y anti natural. Pero no caerá esa breva, tienen allí muy seguro el agua del Tajo para sus desarrollos urbanísticos salvajes, los campos de golf sustanciosos para sus cuentas corrientes y todo lo que ya sabemos.
Como siempre también y dado mi carácter de iluso impenitente solicito que todos los políticos y responsables de esta zurrada y esquilmada tierra de Castilla La Mancha, tras la barbaridad de culpar a los peces del tajo de la ruina de la fauna del Segura, se quejen formal y oficialmente de la sandez y si nadie dice nada, que es lo que pasará, presenten la dimisión en bloque desde la alcaldesa Tita al presidente Page.
Sí estoy oyendo desde aquí las carcajadas imposibles de reprimir que la última frase les ha producido pero qué quieren yo soy así, nací así de…¿tonto, de inocente?