Para mi generación, el programa de historia en Bachillerato solía terminarse en el siglo XIX. En mi caso, no fue hasta llegar a la Universidad que empecé a conocer la Historia con mayúscula. Tuve la suerte de tener a Gonzalo Anés de profesor de Historia Económica de España y su buena disposición hizo que me empapara de lecturas que, apoyado en los seminarios de la asignatura, me abrió la mente. Ahora me doy cuenta que, al igual que el Franquismo manipuló la historia que se nos enseñaba a aquellas generaciones, hoy en día debe estar pasando algo que hace que, o no se enseña bien historia, o no se aprende. Y no creo que sea problema del profesorado en su conjunto, luego la responsabilidad recae sobre un sistema que permite adoctrinar en lugar de enseñar. Y la manipulación o el desconocimiento de la historia significa que no se aprende de los errores cometidos en el pasado, por lo que pueden volver a repetirse.  
Pongamos un simple ejemplo. Según algunos líderes políticos (y no quiero señalar) España es una democracia regular, quien esto dice, o miente o está mal aprendido. Si está mal aprendido poca solución tiene el problema, salvo que deberíamos estar avisados y procurar que no esté en puesto de responsabilidad en el que tenga que tomar decisiones. Si lo que hace es mentir, aunque esto ya se ha convertido en algo normal entre nuestros ‘líderes’ políticos, lo coherente seria cesarle por cuestionar la imagen de nuestro país y apoyar a Partidos que están enfrentados al Estado. Y voy a lo de la historia.
Esquerra Republicana se fundó en marzo de 1931, un mes antes de la proclamación de la II República. En las mismas elecciones, Esquerra fue el partido más votado en Cataluña y Francesc Maciá proclama, unilateralmente (¿les suena?) la República Catalana, creando el primer conflicto con el Estado. En 1934, en paralelo con la tensión derivada de la huelga revolucionaria, Lluis Companys, proclama El Estado Catalán y debe intervenir el ejercito por orden del Gobierno de la República. Posteriormente, todos los responsables de estos desaguisados son amnistiados por el Gobierno. Como los hechos de otoño de 2017 se los saben ustedes saquen conclusiones.