Alejandro Ruiz

EL REPLICANTE

Alejandro Ruiz


El ovillo

07/01/2021

El laberinto debe su nombre a la mitológica construcción diseñada por Dédalo para el rey Minos de Creta, con el fin de mantener preso al Minotauro, muerto por Teseo, quien se adentró en sus intrincados pasillos dejando un rastro de hilo que le permitiera encontrar la salida.
Los Reyes Magos nos han traído un ovillo de hilo para salir del laberinto de la impotencia, de la angustia y la desesperanza de los ciudadanos por la situación sanitaria y económica, el hilo del impulso y la reactivación económica que genere crecimiento y empleo, el saneamiento financiero, el control del déficit autonómico y la general racionalización del gasto público.
La senda de la estabilidad presupuestaria, con la suspensión de las reglas fiscales para 2020 y 2021, ha experimentado un tremendo incremento del techo de gasto, que se explica por la llegada del ovillo de los fondos europeos. Estamos hablando de recibir 140.000 millones de euros entre transferencias y créditos en los próximos seis años de los que la Comisión Europea ya ha anunciado que inyectará 43.480 millones en forma de subvenciones entre 2021 y 2022.  
Un día, Rubalcaba, que en paz descanse, nos enseñó que «la derecha y la izquierda nos distinguimos por cómo nos gastamos el dinero, por la justicia social que tratamos de imprimir a nuestras acciones». Con esa afirmación, para comprobarlo, nos obligó Rubalcaba a repasar el mapa nacional del gasto público y comprobamos que si hay algo en lo que coinciden nuestras doscientas mil administraciones públicas, a babor o a estribor, es precisamente en la justicia social del catering de autoridades y el coche oficial, de tal manera que igual que nos matamos menos entre nosotros porque nos lo impide el artículo 138 del Código Penal, Europa nos apremió entonces con aquella modificación del artículo 135 de la Constitución para limitarnos el boato ideológico del gasto y el derroche.
Y ahí siguen nuestros representantes políticos, cómplices de aquella proliferante cuatricromía de la publicidad institucional, los rentables cursos de formación, los desorbitados gastos de representación, la colocación de personas afines, la cultura de la subvención, los Consejeros, ex Consejeros, Directores Generales, «Algún retrato de esa señora, aunque sea tamaño de un grano de trigo, que por el hilo se sacará el ovillo, y quedaremos con esto satisfechos y seguros», le pide el mercader a don Quijote para comprobar mínimamente la belleza de Dulcinea del Toboso. En nuestro caso, por el hilo de las previsiones de la OCDE, del FMI, la Comisión Europea, el Banco de España, Funcas, o la CEOE, que nos colocan con las peores expectativas a nivel mundial y europeo, sacamos el ovillo del batacazo que nos espera.