En estos días de Navidad, no de esas tan temidas 'felices fiestas', sino de el mensaje del Nacimiento del Niño Jesús, el que ha de crecer en nuestros corazones. No para sonreír cínicamente, ni para dar palmaditas en espaldas que esconden crueles y traicioneras cuchilladas traperas, sino, Amor del que se da sin ánimo de correspondencia. Del que se da, para la búsqueda de un bien común. Del que se da, sin ánimo personalista ni material.
Estas últimas semanas nos han llenado de buenas intenciones. De anunciar, pero no hacer. De cuchichear, pero no cumplir. De vociferar como si de perros ladradores se trataran, pero, a la hora de la verdad, de lo dicho no hay ná.
Bien es cierto que, en momento se villancicos, de campanas y no campanas, pero hay gobernantes que, con buen badajo… (presupuestariamente hablando) se puede ir de emisora en emisora, de portada en portada, blanqueado una legislatura en la que nos han hecho trizas como sociedad moderada que éramos.
Es tiempo de afrontar un nuevo año en el que las esperanzas están puestas en el cambio, tanto en los hechos, como en las formas. Tiempo en el que las propuestas serán para comparar y elegir. Propuestas para crecer y competir o, por el contrario, amenazas para seguir haciendo lo mismo y mantener el sillón.
En breve empieza un año de elecciones, en el que el tono está embarcando las relaciones en la sociedad. Estamos viendo que tanto enconamiento es peligroso y, siempre, nos han enseñado que dos no discuten si uno no quiere, pues no discutamos, pero tampoco ofendidos. Presenten propuestas y estudiemos la diferencia de gestión, entre los que nos han malgestionado durante estos años y, las propuestas que se presentan como verdadera alternativa de gobierno.
Serán meses trepidantes en el que, a base de prometer dinerito fresco, unos tratarán de hacer olvidar los desmanes de años de vivir por encima del bien y del mal. Se presentarán con buenas intenciones para resarcir sus errores, pero, en el camino, hemos perdido a seres queridos por la mala gestión de la pandemia, hemos perdido servicios básicos con tanta Reconquista de derechos pero lo único que han hecho es acrecentar el autoritarismo, con amenazas a empresarios, agricultores, ganaderos y cazadores.