Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Autoproclámese Sol de España…

16/08/2020

Pero deje que alguien gobierne. Ya sabemos que su distinción le exime de la vulgaridad de gobernar a los españoles. La mayoría, a diferencia de usted, carecemos de doctorado, ni siquiera plagiado; no usamos gafas de sol de ligón de playa, réplica John Kennedy ni mucho menos viajamos en 'Falcon'. Sin embargo, a diferencia de usted, que los tiene reconocidos por su exquisita distinción, los españoles normales tenemos reconocidos, graciosamente, por nuestra Constitución, unos derechos que nos gustaría que alguien se ocupara de defender.

Me refiero a derechos tan básicos como la vida y el patrimonio, que sus muchas e importantes ocupaciones le impiden atender, pese a que están en evidente peligro, siendo atacados cada día: el derecho a la vida, por esta pandemia incontrolada, y el de la propiedad, por los protegidos de sus socios de gobierno.

No quiero criticar que, porque a unos pocos españoles se les ocurra enfermar estando en agosto y otros decidan ocupar hogares ajenos, usted se vaya a perder sus merecidísimas vacaciones. No, no se me ocurriría pedirle tamaño sacrificio. Pero, precisamente porque usted tiene cometidos infinitamente más importantes, le sugiero que se autoproclame 'Sol de España', 'Majo del País' o 'Macareno Peninsular', lo que quiera, pero, deje que otro gobierne. Su rango estaría por encima no solo de quién se dedicara a las labores de la gobernanza, sino, incluso del Rey. Sería un cargo vitalicio, pero con raíces republicanas; bien retribuido, como usted se merece, y con el derecho al uso de cualquier palacio del Patrimonio Nacional, incluidos los donados por monarcas extranjeros.

Es que ocurre que, pese a lo bien que lo hacen quienes están a sus órdenes, los resultados no pueden ser peores en todos los aspectos. Las pobres autonomías no tienen instrumentos como tiene el Estado para meter en cintura a quienes se saltan sus órdenes, de tal forma que muchos jóvenes les hacen una sonora pedorreta cuando de usar mascarilla se trata. Incluso los jueces les desautorizan cuando pretenden limitar el desmadre nocturno. Es vital que alguien ponga orden en España, aunque estemos en agosto. Y como usted, faltaría más, tiene que disfrutar sus merecidísimas vacaciones, debe nombrar alguien que lo supla.

Porque, si grave es lo de la pandemia, tampoco es una broma las gracias de quienes aprovechan cualquier ausencia para apropiarse de una vivienda ajena, incluidas las de las enfermeras que se ven obligadas a cambiar temporalmente de residencia por la dichosa pandemia. Es que ya no es como antes, que si alguien se metía en una vivienda ajena, venía la benemérita y le llevaba “codo con codo” como a Antoñito el Camborio. Ahora, si vienen las fuerzas del orden, es para proteger al ocupante, que para eso vota lo que vota. Pero es que hay, sorprendentemente, propietarios tan reaccionarios, que les sienta mal que le ocupen su vivienda y hasta son capaces de no pagar ni la luz ni el agua para que lo corten, dejando sin suministro al digno ocupante. ¡Qué atrocidad!

Es también necesario que se regule esta situación, haciendo las modificaciones legales que sean precisas, para que al menos se obligue al ocupa a notificar con unos días de antelación al dueño, su intención de tomarle su vivienda y le de tiempo a buscarse otra… Siga pues sus irrenunciables vacaciones, pero nombre, por favor, un gobierno.