Alguien tendrá que explicar algún día, a todos estos, sí, estos que nos dan lecciones a garrotazos en las televisiones, el significado de cada cosa, el por qué, y de mucha ayuda sería, además, el para qué.
Se ha anunciado que vivimos una recesión mucho más grave que la de Argentina, cuando se declaró el ‘corralito’. Vivimos en un sinsentido. Aquellos que nos llenaban de orgullo están siendo abandonados. El sector de las pymes, el autoempleo que se crearon muchos, como autónomos, aquellos emprendedores y muchos profesionales, las están pasando canutas.
Ya no es sólo la hostelería, o el sector turístico general, es decir, guías oficiales, hoteleros, transportistas, tiendas de souvenir u otros que sobrevivían gracias al tránsito constante de personas. La economía se ha ido al garete.
Remontar esta situación ya no es un oscuro horizonte que vendría. La recesión ya está aquí y en manos de los que querían hibernar la economía, aletargarla. Esta decisión, dura donde las haya, durante el largo confinamiento, suponía un breve parón para coger impulso y, a estas alturas, muchas cosas estarían previstas en el plazo medio, digamos de 15 meses.
Pero la decisión tomada no fue para coger impulso hacia arriba, sino que nos han empujado hacia abajo. Todo lo dicho, prometido y soñado era un bluf, y ha sido retratado en los presupuestos generales tanto del Estado, como de la región.
No hay un plan para ayudar a rescatar a aquellos que estaban en el alambre. Les han cortado los bordes y el alambre se ha precipitado por el barranco, arrastrando a miles de familias que no perciben lo suficiente para poder comer.
Lo malo es que no haya un plan de rescate, lo mezquino es que se les ofrece ayuda para generar oportunidades y consenso y muerden la mano tendida. Lo ruin es ver que, en lugar de hibernar o aletargar, quieren invernar o dejar pasar el invierno. Esperan que caiga el maná de Europa para seguir regando las redes clientelares y sectarias. Pero a los que necesitan ayuda, a los que merecen que les echen una mano para seguir adelante, para esos no hay rescate, hay subida del cupón de autónomos y, de regalo, doble pagador por los ERTE cobrados y tocará pagar a Hacienda próximamente.