Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


La indigencia moral del PSOE

07/06/2020

Cien años de honradez, progresista, ético, europeo… todo lo han echado al trate… ¡Qué pena de partido!, ¡Con la falta que hace en España una izquierda con moral y cerebro!
¿Cómo puede corromperse de esta forma un partido tan grande, con tanta base social y con tanto mando en plaza? Porque, lo cierto es que, para nuestra desgracia, no le queda una fibra no infecta. ¿Qué más puede hacer un gobierno sostenido por este partido? Han comprado productos al doble de su valor ¿se llama trincar?; han colocado a parientes, amigos y próximos en cargos reservado a funcionarios ¿se llama nepotismo?; han retorcido el brazo a honestos funcionarios para que les revelaran informaciones que solo podían transmitir al juez ¿se llama coacción?; han ocultado víctimas del coronavirus hasta llegar a ‘salirles a devolver’ el número de fallecidos ¿se llama falsificación de documentos oficiales?; dejaron de adoptar medidas que debían tomar para evitar el contagio solo para celebrar su fiesta del 8 de marzo, causando el aumento de víctimas ¿se llama homicidio con dolo eventual, o, cuando menos negligencia con resultado de muerte? Esta es hasta el momento la acción del gobierno del PSOE presidido por Sánchez. Es muy grave, pero es la verdad. Y olvidamos ‘la calderilla’, que es mucha…
A esto ha llegado un partido que presumía de honesto y ético y propugnaba la superioridad moral de la izquierda… Ha llegado de la mano de un personaje completamente amoral y cuyo único mérito es plagiar el título de doctor que ostenta. Pero ha llegado, y sobre todo, por la cobarde claudicación de todos los órganos del partido y del Parlamento, que tenían obligación de evitarlo ¿Para qué sirven los órganos colegiados si se someten a los dictados de un sátrapa?
Esta pandemia, si ha servido para algo, es para desmontar dos verdades que todo el mundo creía incontestables. Una es la realidad de nuestra sanidad: presumía ser la mejor del mundo y, dirigida por ineptos y zampones, ha dejado al aire sus vergüenzas. Ha fracasado su intento de cubrirlas con las bolsas de basura, únicos escudos proporcionados a sus facultativos para enfrentarse a la pandemia. Lo cierto es que España ocupa lo más alto del pódium mundial en número víctimas.
La segunda verdad caída es la cacareada superioridad de la izquierda. Veamos en qué: ¿En capacidad de gestión? No hace falta esfuerzo alguno para desmentirlo. La gestión de las compras de material sanitario, cuando más necesario era, ha demostrado la falacia de esta afirmación. ¿En ética? Quiénes permitieron la extensión de la pandemia por darse un baño de falsa progresía no pueden presumir de ética, no la conocen. ¿Respeto a las instituciones públicas? Coaccionar a los servidores públicos y cesarlos si no cumplen sus criminales deseos de conocer lo que no debían no es respetar las instituciones democráticas ni la división de poderes en que se basa. ¿Honradez? ¿Dónde está la honradez de las compras a empresas cuya identificación se niega o en el trasiego de maletas sin registrar por Barajas de una vicepresidenta de Maduro? ¿Compromiso social? Quiénes cambian muertos por actos ‘a mayor gloria’ carecen de cualquier compromiso social verdadero.
La realidad de hoy es que, la petulancia amoral de Pedro Sánchez y la cobardía de los dirigentes socialistas han hecho del PSOE un partido incompatible con la decencia.