Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Echarse al barro

07/06/2020

Suele decirse que si te peleas con un cerdo acabarás lleno de barro, pero él estará encantado. Tan metafórica expresión no se refiere a estos mamíferos que por carecer de glándulas sudoríparas se rebozan en el lodo para mantener su temperatura corporal, sino a aquellas personas que disfrutan retozando en fangos dialécticos y sociales. Quienes esto cultivan saben que con sus diatribas, amén de enardecer a la parroquia afín y a sus voceros, pueden hacer perder la calma a sus adversarios, provocando que entren al trapo, véanse arrastrados a la ciénaga y terminen la refriega tan infectos como ellos. Acabada la trifulca, da igual quien llevase razón o no, ambos aparecerán como auténticos marranos.
Al socaire de la crisis de la Covid-19, cuantos llevan el debate político a esos pantanosos lares están dando sobradas muestras de tan deplorable actitud. Aunque las mismas se repiten por distintos ámbitos y lugares, el termómetro de esta escalada se ha situado en el Congreso de los Diputados, donde a diario se repiten vergonzosos enfrentamientos. Consciente del peligro que estas tensiones conllevan, máxime en unos momentos en los que se requiere unidad de acción, amplitud de miras y decidida vocación de trabajo para revertir las secuelas del coronavirus, la presidenta Batet ha intentado calmar los ánimos y reconducir la visceralidad de quienes llevan sus críticas y censuras más allá de la comprensible vehemencia dialéctica. Celebrado el pleno del pasado miércoles, donde se aprobó la sexta prórroga del estado de alarma, las derechas demostraron no estar dispuestas a secundarla en su empeño.
Una de los riesgos que conlleva tamaña crispación es el aumento del descrédito de la vida pública y de la desafección de los ciudadanos hacia quienes a ella se dedican. Desde hace tiempo, los estudios demoscópicos constatan que la política y los políticos se sitúan entre los problemas que más preocupan a los españoles. Razones para argumentar tal rechazo, como está certificándose durante la pandemia, no faltan, pero no debemos olvidar que generalizar sobre cualquier cuestión implica juntar en un mismo saco churras con merinas, sumar peras con manzanas o creer que son iguales quienes se echan al barro para inflamar que cuantos aprietan los pies bajo el mismo para desatascar la carreta y llevarla a caminos más despejados.