Miguel Trinidad

Mano a Mano

Miguel Trinidad


La necesidad de ser mandón

27/11/2020

Tras una jornada de recuperación de partidos aplazados que supuso un descanso para el CD Toledo, vuelve la competición, y el conjunto verde afrontará cuatro encuentros vitales para finalizar este fatídico 2020.
El primero de ellos será este domingo a las 11:30 en Illescas, en un derbi que puede llevar a engaño, ya que los sagreños, aunque tienen 6 puntos de 12 posibles, lo han hecho sin perder ningún choque. Los de Migueli se impusieron al Guadalajara a domicilio (0-1) y lograron tres empates ante el Torrijos (3-3) y Marchamalo (0-0) en casa y en Villacañas (1-1).
Será un derbi peligroso en un campo de césped artificial con unas dimensiones inmensas. Es de esos campos en los que, cuando un lateral sube la banda, tiene que volver en taxi a recuperar su posición. Por tamaño, es similar al Salto del Caballo, pero el tipo de césped le puede jugar una mala pasada a cualquier pupilo de Aguirre.
El hecho anecdótico de perder el liderato en favor del Tarancón no debería afectar a un equipo que tiene mucho margen de mejora pero que debería llegar con la moral por las nubes tras las dos victorias consecutivas, en Marchamalo (0-1) y ante el VIllacañas (2-0).
El conjunto se mantiene sólido en defensa pero le falta matar los encuentros. Necesita que esa superioridad de plantilla se traslade al campo y se convierta en ese equipo mandón que domine la categoría. Las piezas cada día se acoplan mejor y el  míster dispone de una gran variedad de jugadores del centro del campo para adelante que se puede adaptar a todo tipo de terrenos de juego y rivales. Una plantilla diversa en la que hay jugadores que pueden tener un rendimiento mucho más óptimo en el Salto del Caballo que lejos del mismo y viceversa. Eso lo conoce el técnico asturiano y no debería temblarle el pulso para tomar las decisiones oportunas.
Esta primera parte de este formato de competición hace que las victorias valgan casi más que los tres puntos oficiales y el CD Toledo debe salir a por ellas desde el primer momento y buscar finiquitar los encuentros cuanto antes. No puede permitirse más duelos sufriendo en los últimos veinte minutos y que, bien por exceso o por defecto de tensión, se acaben dejando puntos como ha ocurrido en el pasado reciente.
Para ser un equipo mandón y demostrarlo en el terreno de juego, el primero que tiene que creer en ello es el propio entrenador, y luego los jugadores. Deben adquirir ese nivel de confianza en sí mismos y en los compañeros con el paso de las contiendas. Ese es el verdadero margen de mejora y de exigencia. Una búsqueda de la excelencia que debe verse reflejada en cada ámbito de la entidad, incluida en los mensajes que llegan desde la zona noble. Equipo y cuerpo técnico hay. Sólo necesitan creer en ello, necesitan ser un equipo mandón.