Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Consensos rotos

09/12/2022

La política está tomando una deriva que empieza a preocupar –a algunos lo hace desde hace tiempo– a muchos ciudadanos. Cuando los gestos y el teatro son más importantes que el contenido, cuando las apariencias se imponen a las ideas, no hay muchas esperanzas para que una sociedad mantenga un rumbo de avance y de progreso, y se desvíe tomando el camino a la frustración y al enfrentamiento. Ya sabíamos que cuando hay unas elecciones cerca, los discursos y las declaraciones elevan el tono al menos una octava, y contaminan casi cualquier cosa. Pero hay consensos que, al menos hasta hace poco, creíamos sólidos, y sin embargo nos estamos dando cuenta de que no lo son.
En Castilla-La Mancha se ha producido la ruptura de dos de ellos, fundamentales a mi juicio, para mantener los pilares de nuestra democracia sanos. Uno es el de la lucha frente a la violencia machista, cuyo día internacional se celebró el pasado 25 de noviembre y en el que, por primera vez, no pudo salir de las Cortes regionales una declaración institucional por unanimidad de todos los grupos. El PP rechazó sumarse, incluso rehusó hacer modificación alguna al texto, solo por el hecho de querer poner de manifiesto su disconformidad con la ley del 'solo sí es sí' del Gobierno de España. Consenso por la igualdad roto.
El otro, igual de preocupante, es el plantón dado por el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, el pasado lunes en las Cortes regionales, al no acudir a los actos institucionales por el Día de la Constitución. Quería plantar a Page, a Page por ser del PSOE de Pedro Sánchez, pero plantó a las Cortes, y a la Constitución. Y creo que se puede manifestar el desacuerdo con un determinado líder, o con determinadas políticas, pero no cayendo en la sobreactuación para un día después celebrar un acto paralelo. Consenso por la Carta Magna roto.
En ambos casos, es el PP el que ha querido desmarcarse de esos consensos que, como digo, han contribuido a caminar hacia una sociedad mejor, más moderna, más avanzada y más igualitaria. Y lo hace el PP, que no es Esquerra, ni Bildu, que podrían bien estar en contra de esa constitución que no les permite independizarse. Tampoco son Vox, que no creen en el Estado de las Autonomías, o eso dicen, aunque luego se presenten para querer gobernarlas. Es el PP que contribuyó, junto con el PSOE, a redactar esa Constitución que, a sus 44 años, ha dado los mejores años de progreso a este país, y a esta autonomía, junto con los 40 que tiene ya el Estatuto. Lo hace un PP que empieza a parecerse mucho a ese Vox exaltado y que bascula en un conservadurismo extremo. Un PP que, cuando se acerca a ese extremo, se aleja de esa centralidad y moderación que ha sido la columna vertebral que ha permitido construir la arquitectura institucional a la que, con estos gestos, ellos solos ponen en entredicho. Esperemos que la Constitución, como ha hecho ya con otros muchos ataques, sea capaz de sobreponerse a estos consensos rotos.