Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Yolanda Díaz: ¿Y ésta es la reserva moral de la izquierda?

10/12/2021

Es evidente que al PSOE no le quedan más escalones que bajar -»yo a las cabañas bajé… y en todas partes dejé memoria amarga de mí»- desde plagiadores de tesis a mentirosos irredentos, pasando por alianzas con el mismo diablo, si les viene bien para mantenerse en vuelo, o aplaudir a Maduro. No ha habido medida ni freno para la tropa de los 'cien años de honradez' ¡Qué fácil es presumir y qué difícil cumplir!
Y como estaba agotado el crédito de la izquierda y ya no podía nadie repetir esa falacia de su superioridad moral, sin provocar una sonora carcajada, el jefe de marketing de la siniestra mano, se fijó en una señora que, aun siendo comunista, parecía que quería ejercer el difícil arte de la política con cierta altura y estilo, y comenzó el trabajo. La elegida se creyó el papel de sucesora de Sánchez en La Moncloa, hasta el punto de que jugueteaba con las medidas a tomar cuando ganara las elecciones. Y ya en su mente, cambiaba el colchón que mandó colocar Sánchez como primera y trascendental medida; las cortinas del despacho presidencial y hasta la reserva gastronómica del 'falcon' que deberían tener un toque más inclusivo y de género, evitando que en el 'falcon' hubiera pistachos sin almendras o 'bitter' sin ginebra.
Tan bien iba la empresa del recambio que doña Yolanda, que quiso dar la puntilla a este gobierno obsoleto y desgastado y no se le ocurrió otra cosa que acusarle de no haber hecho ningún caso a sus advertencias sobre la plaga del Covid que ya teníamos entre nosotros, solo para celebrar la manifestación del 8-M. Dio detalles de los protocolos que ella, como activa y eficaz ministra, tenía preparados, que no pudo usar para no descubrir a los virus, que ya campaban por sus fueros…
¡Y se quedó tan ancha! Echó un poco más de basura sobre Sánchez y su tropa, creyendo que con ello resplandecería más su túnica blanca, sin reparar en dos aspectos del asunto al cual más grave: el primero es que ella misma forma parte del gobierno que quiso desprestigiar, el segundo es que dio una lección de absoluta irresponsabilidad, por calificarlo suavemente, porque una persona mínimamente ética, no puede callarse un asunto tan grave y mucho menos permanecer en el cargo como si con ella no fuera nada.
Si reflexionamos mínimamente sobre la conducta de esta candidata al colchón de la Moncloa -me imagino que no se conformará con una colchoneta por muy inclusiva que quiera aparentar- descubrimos un verdadero monstruo, porque el resto de la tropa podría alegar desconocimiento en su actuación, que mal está, pero no es dolo puro y duro, sin embargo ella, a ciencia y paciencia, consintió que se perdiera un tiempo precioso de lucha contra la extensión de la pandemia y si seguimos reflexionando, podríamos preguntarnos cuantos muertos tiene a sus espaldas por su silencio cómplice.
Si esta es la reserva moral de la izquierda, la que quiere redimir los pecados del ególatra Sánchez, quizá sea mejor decir eso de ¡Virgencita, que me quede como estoy!... Aunque realmente, cuando vemos estos vergonzosos episodios y que además son impunes por inacción de otros, lo que se viene a la memoria es la famosa frase del conde de Romanones: '!Joder qué tropa!'…

ARCHIVADO EN: Yolanda Díaz, Política