Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Antonio

17/04/2023

Conocí a Antonio Silva al poco tiempo de su llegada a Toledo como fiscal en la Audiencia Provincial. Su manera de ser y su empatía hizo que forjáramos una buena relación desde el principio. Culto, ecuánime, gran profesional. Defensor de la independencia del Poder Judicial.
Aprendías de él hasta con sus gestos. Tenia elegancia hasta cuando se enfadaba, y pocas veces le recuerdo que se exaltara por algo. Con el tiempo pasó a ser fiscal jefe de la Audiencia provincial de Segovia. Renunció a ocupar cargos que se le ofrecieron. Su opinión sobre la creación de la Audiencia Nacional era cáustica, la consideraba necesaria para el tratamiento de unos delitos concretos, como podían ser los de terrorismo, pero decía que su opinión sobre las jurisdicciones especiales es que había que volarlas. Decía que todos los procedimientos debían sustanciarse ante la jurisdicción ordinaria y lo que está precisaba era disponer de los medios adecuados.
Cuando su esposa María Eugenia Hernández Mancha fue elegida concejala en las listas del PP en Toledo, la apoyó en su  decisión, pero se mantuvo discretamente a su lado. Era amigo de sus amigos e independiente de todo y de todos en sus actuaciones como fiscal. Un ejemplo claro como servidor de la Justicia. Que fácil es tener un buen recuerdo de él. Orgulloso de sus hijos que son dignos descendientes de unos padres ejemplares.
La última vez que coincidí con él y María Eugenia, fue el 16 de febrero. Antonio Hernando daba una conferencia sobre 'El método científico' en la Real Academia de Ciencias Exactas. Disfrutamos de la charla y del encuentro. Luego ya no tuvimos ocasión de volver a vernos, aunque tuvimos una corta conversación por teléfono, por lo que era consciente de que su enfermedad avanzaba más deprisa de lo que se manifestaba en su exterior. Nos ha dejado un gran hombre y María Eugenia y sus hijos y nietos pueden estar orgullosos de él. Nos queda su recuerdo.