Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Mascarillas, indultos y cuernos

24/06/2021

La obligatoriedad de usar mascarillas en espacios abiertos termina. En unos días, cada uno de nosotros decidirá si mantiene o no este hábito preventivo. Es obvio recordar que la responsabilidad individual se impone como norma de comportamiento para conseguir que los buenos resultados que estamos logrando en el pulso contra la Covid-19 no se vayan al garete y desandemos el camino que con tanto esfuerzo y dolor llevamos transitado.
Este es un momento para el optimismo. Tengo claro que, en tanto no complete mi pauta vacunal, yo continuaré usándola. Luego, ya veremos. No milito en el grupo de quienes consideran que perpetuar durante estos últimos meses tan elemental prevención haya vulnerado ningún derecho individual ni coartado libertad alguna. Afortunadamente quienes eso opinan son minoría, pero sorprende comprobar que aún sigan quejándose de ello como un atropello más de las autoridades sanitarias, no faltando los que elevan el tiro al presidente Sánchez, considerando esto una mordaza más en su ‘permanente’ empeño por fastidiarnos la vida. Sorprende la ligereza de cuantos gustan manifestarse así, pareciendo no haberse enterado aún de que el coronavirus mata.
La decisión de relajar el uso de la mascarilla en espacios exteriores ha sido considerada por algunos como otra maniobra del Gobierno para contrarrestar las críticas que la aprobación de los indultos del ‘procés’ está generando. Es lícito que cada uno piense lo que quiera, pero también lo es que cuantos no ven las cosas desde esa óptica sean, seamos, respetados y no considerados malos españoles. Merece la pena leer el discurso que Pedro Sánchez pronunció en el Liceu, no hay ni una palabra altisonante contra quienes se oponen a la concesión de la medida de gracia y sí respeto hacia los que así piensan. Esa actitud contrasta con la cerrazón y vehemencia con que desde las derechas políticas y mediáticas se le está atacando, evidenciando que aparte del ‘cuanto peor mejor’, la traición, la felonía y el ‘España se rompe’, Abascal, Casado y Arrimadas tienen poco que aportar en esta encrucijada, por no hablar del indisimulado ataque de cuernos que arrastran al ver como el paso dado por Sánchez va sumando adeptos y valedores entre agentes sociales, personalidades públicas y ciudadanos de todo tipo y condición mientras que lo de sus firmas agostea.