Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


¿Aprenderemos algo este año? El cava

05/01/2020

Pues sí, el ejemplo del cava es demostrativo del error que supone las concesiones a favor de unos territorios en detrimento de otros. Pero como, por desgracia, no somos burros, pues tropezamos cuarenta mil veces en la misma piedra, en lugar de solucionar el problema lo agravamos.
Es el efecto de niño mimado ¿Han visto alguna vez que se corrija a base de caprichos? Es una absoluta quimera. El consentido, el mimado e hijo de dos madres, al que todo se le da y nada se le niega se convierte inexorablemente   en   un dictadorzuelo al que cuesta mucho enderezar… si se consigue.
Esto mismo ocurre con los territorios agraciados dentro de un país. Se les puede estar haciendo concesiones una tras otra. Lo que conseguiremos es que se hagan más fuertes que los demás a base de chupar la sangre a los otros, pero nunca que estén a gusto dentro de ese país que los mima. Ocurre todo lo contrario. Como con la herencia del abuelo hemos dado carrera al niño, lo hemos comprado un pisito en zona noble y lo hemos enseñado a comer y vestir de forma distinguida, ahora aborrece a los palurdos de sus parientes que quedaron trabajando la tierra para que él progresara, porque para él son poca cosa.
Exactamente esto es lo que ha ocurrido con Cataluña y otros terruños que presumen de ancestrales, como si el resto del globo hubiera emergido  anteayer. Los hemos llenado de inversiones a costa del resto de españoles, a los que se ha esquilmado hasta dejarlos desérticos, incluso de población. Eso sí, encima, estos venidos de las zonas pobres de Andalucía, de Extremadura, de Castilla, no son verdaderos ciudadanos catalanes, son charnegos.
¿Y qué hace España al respecto? Les pongo el ejemplo del cava. Como todo el mundo sabe, el cava es un vino espumoso con denominación de origen. Esa denominación ocupa todo el territorio nacional. Sin embargo, su consejo regulador, es decir, el que fija las características del producto y decide sobre todo lo relativo a esa denominación, está en manos catalanas. Obviamente Cataluña es, con mucha diferencia, la mayor productora de cava, pero no es la única. Hay otras regiones que han venido trabajando, mejorando el producto y tratando de introducirse en este mercado.
Hasta este mismo año, era el gobierno el que fijaba las hectáreas que se podían plantar de este cultivo, siendo insistentes las reivindicaciones de extremeños y levantinos para que se les permitiera ampliar la producción. Nuestro nunca suficientemente admirado Pedro Sánchez ha resuelto definitivamente el problema ¿Cómo lo ha hecho? Dando al consejo regulador, o sea a Cataluña, las facultades de autorizar la ampliación de cultivos, con lo que el efecto ha sido inmediato: no se ha autorizado ninguna ampliación ni en Extremadura ni en Levante. Con lo que la mimada Cataluña, frena en seco las ilusiones de extremeños y valencianos sobre su producción de cava.
¿Creen ustedes que después de esta graciosa concesión se van a sentir agradecidos al resto de españoles? Ni lo sueñen. Usarán esta riqueza para establecer más comparaciones y nos querrán convencer de que esos impuestos que pagan por la riqueza que les proporciona el negocio del cava, deben quedarse en Cataluña, que para eso lo trabajan… ¿Cuántos casos de estos hay? Se pueden imaginar ustedes: trapisondas, mil una…