Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Médico ilustrado

20/11/2019

En la última década del siglo XVIII se instala en Talavera el profesor de medicina y de química Joseph María de la Paz Rodríguez, que ejerce como médico titular de la villa; antes había desempeñado el cargo de Visitador General de las boticas de Extremadura. Hombre ilustrado, culto, viajado, abierto a las nuevas ideas que llegaban de Europa y en contacto con los intelectuales más importantes de España de aquel momento. Socio de la Real Academia Médica Matritense, de la de Medicina Práctica de Barcelona y del Colegio de Boticarios de Madrid y censor de la Sociedad Económica de Amigos del País en Talavera, creada en 1775 pero con muy poca actividad que presidía Pedro Rezabal de Ugarte, amigo del propio Pedro Rodríguez de Campomanes.
Joseph María de la Paz Rodríguez publica dos obras de mucho interés: la primera un ‘Tratado del jabón ácido o jabón sulfúrico de la nueva nomenclatura’ donde expone la historia y teoría del producto, el método de su elaboración, tomado de químicos franceses e italianos, que él evoluciona y perfecciona, explicando detenidamente los fundamentos de la corrección de su nomenclatura química y las curaciones conseguidas en España con el que considera nuevo y eficaz remedio para su uso en la hidropesía, ictericia, mal de piedra, clorosis, obstrucciones del hígado, bazo y mesenterio e hipocondría y que utilizaban, siguiendo su fórmula, varios médicos reputados del país, entre ellos don Juan Tobares y don Alberto García. La mixtura viene a ser un jarabe de ‘aceite fixo oxidado por el ácido sulfúrico’, como él mismo explica en la obra.
Y la segunda, ‘Disertación físico-química del examen, análisis y virtudes medicinales de las aguas de la fuente mineral de la villa de Espinoso del Rey’, una obra en la que plasma los resultados del estudio que realiza en su laboratorio del agua de la ‘Fuente Jerrumbrienta’, una fuente con una larga tradición medicinal en las Tierras de Talavera, que ya aparece en las Relaciones de Felipe II y en las Descripciones del Cardenal Lorenzana, situada a las afueras del pueblo de Espinoso y cuyas aguas, ‘bebidas en el tiempo del calor en ayunas y por la tarde’, eran indicadas desde la Edad Media para las obstrucciones de intestino, los dolores del estómago, abrir las ganas de comer y aliviar los síntomas de la hidropesías y el mal de orina.