Miguel Ángel Dionisio

El torreón de San Martín

Miguel Ángel Dionisio


La reina Juana

10/11/2021

Es una de las figuras más atrayentes de nuestra Historia. Por el drama que le tocó vivir, y por la leyenda que se gestó en torno al mismo. Una toledana ilustre cuyo aniversario de nacimiento, el 6 de noviembre, pasó, salvo para algunos entusiastas, desapercibido. La reina Juana. Juana I, reina propietaria de Castilla y Aragón. Madre de dos emperadores, Carlos V y Fernando I, y de cuatro reinas, las de Francia, Dinamarca, Hungría y Portugal; a su muerte, doce soberanos de Europa descendían de ella. Y, sin embargo, es conocida por el triste apelativo, aureolado por la tradición popular y divulgado por el cine, el arte y la literatura, de 'La Loca'.
Hija tercera de los Reyes Católicos, nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479, siendo bautizada en la iglesia del Salvador, en un contexto de grandes cambios para Castilla, y a la postre, para España. Un año después, sus padres celebrarían aquellas Cortes de Toledo que supusieron una profunda reforma de la administración castellana, con la introducción, entre otras cosas, de los letrados en el Consejo Real, en detrimento de la nobleza. El destino de la infanta recién nacida era, en principio, discreto, pues estaba llamada a casar con algún príncipe europeo, dentro del juego de alianzas que sus padres estaban tejiendo para aislar a Francia. Su educación, como la de sus hermanos, fue exquisita. La reina Isabel poseía un gran interés por la cultura, de lo que es muestra su excelente biblioteca, y por el arte, protegiendo especialmente a los artistas flamencos cuyo estilo triunfaba en Castilla. Uno de ellos, Juan de Flandes, realizaría el delicioso retrato de Juana, que se conserva hoy en Viena, y que debió ser el enviado durante las negociaciones matrimoniales. Porque, finalmente, se decidió desposarla con Felipe, el conde de Flandes, heredero de la Casa de Borgoña e hijo del emperador del Sacro Imperio, Maximiliano I. Y su vida hubiera transcurrido en las frías tierras del norte, como su hermana Catalina en Inglaterra, si la muerte de sus hermanos Juan e Isabel, y de su sobrino Miguel, heredero de Castilla, Aragón y Portugal, no hubiera hecho recaer sobre ella la herencia de sus padres.
Su desdichada historia, su locura, quizá al principio una depresión mal curada, marcada, como la de su madre, pero con menos fortuna, por los celos derivados de las continuas infidelidades de su esposo; el mazazo que supuso la muerte del mismo, con el macabro cortejo fúnebre, inspirador de obras de arte, por las tierras castellanas; el encierro al que durante cincuenta años estuvo sometida en Tordesillas, del que sólo la liberó la muerte el 12 de abril de 1555, han hecho de ella un personaje legendario. Pudo serlo todo, y sólo fue, 'la Loca', 'la cautiva de Tordesillas'.
Una mujer fascinante, que merecería, por parte de su ciudad natal, de algún recuerdo. ¿Una estatua? ¿Una placa? Qué menos.