Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


El enigma del zócalo de la ermita

03/05/2022

Son ya muchos meses los que lleva tapado el zócalo de cerámica de la ermita y son también muchos meses los que el Ayuntamiento no ha dicho nada sobre el asunto das baldosas  tapadas  por la fotografía esa que pusieron montada sobre un bastidor de madera encima de los azulejos que aparecieron tapados, mientras el Excelentísimo no ha dicho 'ni mú' y permanece callado como una puerta, lo cierto es que unos  días antes de la pandemia se vio por allí a un par de jóvenes o tres enredando con los baldosines  cerámicos, poniendo  silicona aquí y allá y un día, de buenas a primeras, apareció todo cubierto por una enorme foto de plástico. Y hasta ahora. Así meses y meses hasta el día de hoy cuando el plástico que cubre el zócalo, pasado tanto tiempo se deteriora  y se hace trizas mientas los responsables, es decir el Ayuntamiento calla y calla. Tal vez Tita y los responsables de la cosa piensan que con el artilugio la cerámica en fotografía esta bien protegida de los actos vandálicos que tan frecuentes son por esta tierra. Quizá piensa al estilo de Rajoy que los problemas se arreglan solos.  Algo Pasa, lo cierto es que en todos estos meses, pandemia por medio,  no hemos escuchado explicación  alguna por parte de los responsables; no sé,  ignoro si tal vez Tita es de misma idea de Rajoy para quien los problemas se resuelven solos dejado que se pudran en su propia salsa. Como he dicho el plástico que cubre la cerámica está ya en un estado lamentable y no es de recibo que quienes visitan la Ermita vean un espectáculo tan penoso.    Ya lo he  escrito alguna vez, pero es como si uno va al Museo del Prado y en lugar de las Meninas encuentra una foto del cuadro sustituyéndolo. Un timo ¿no?
Arquitectos, encargados de obra y profesionales de esos trabajos en general saben que lo correcto es colocar unos carteles bien visibles en los que quede muy claro quién es el responsable de las obras, su coste,  los profesionales que la llevan a cabo, el coste del total estimado lo mismo que el tiempo que se piensa que van a durar dichas labores; en fin cualquier cosa que este silencio lamentable al que nos somete el Ayuntamiento. Ya veremos.
-¿Eso es una amenaza?
-No sé, es lo que puede hacer alguien que escribe una columna cada semana en La Tribuna.
Lo que sí sé es que es mucho tiempo con el zócalo de cerámica de la Ermita tapado y creo que toda paciencia tiene un límite. También tengo muy claro que ya ha llegado el momento de que el Ayuntamiento de Talavera haga algo bien alguna vez. O abra la boca.
-Se  está  usted poniendo muy exigente y exquisito.
-No creo, a quien le parezca así que se dé  una vuelta cualquier día por la Ermita y comprobará la verdad de lo que escribo. Mientras seguiré escribiendo.