Miguel Trinidad

Mano a Mano

Miguel Trinidad


La sequía que arruina cosechas

08/04/2022

El CD Toledo volvió a no perder una semana más, a no encajar un gol (y es el quinto encuentro de los últimos siete en que no lo hace), a sumar fuera de casa y a generar ocasiones clarísimas en ataque. Esto en cualquier otro curso sería digno de alabar, es lo que se le pide a un conjunto al igual que un padre (o madre, no se me enfaden) le pide a su hijo que estudie, se esfuerce y dé lo máximo porque ese es el camino para aprobar. El problema viene en que el hijo, a pesar de todo, no aprueba y el CD Toledo no marca.
El problema de los verdes con el gol no es nuevo. A día de hoy, en 28 jornadas ha anotado 21, de los cuales 12 son en cinco partidos. Es decir, que han conseguido 9 goles a dividir entre los 23 restantes. Insisto con la cifra ,porque es de ciencia ficción, 9 goles en los 23 partidos restantes.
Ambas estadísticas unidas a solo haber ganado en casa dos choques más tres empates de catorce pueden resolver un poco la incógnita de una temporada digna de Cuarto Milenio. Sin lluvia no hay cosecha, sin gol no hay más allá de un punto en el mejor de los casos. La sequía que está provocando este promedio goleador está a punto (salvo milagro) de arruinar una cosecha que tenía todo para ser próspera.
Tras los grotescos y horripilantes inicios engominados de curso donde el equipo no sabía a qué jugaba ni en defensa ni en ataque, con una planificación poco acertada en la parcela ofensiva, el bloque parecía otra cosa con el relevo en el banquillo. Actualmente hay ocasiones, otra cosa es que a la dichosa pelotita le dé por entrar, pero llegar al área contraria, llega.
Solo queda esperar que llueva y tiene que ser este domingo ante el Atlético Levante. Un rival que en la ida supuso el inicio de las victorias a domicilio. Para lograrlo deben intentar quitarse esa presión que se autoinflingen los jugadores en el Salto del Caballo. De no ser así, la cosecha se perderá por completo, el hijo repetirá curso (o dejará los estudios) y tocará sembrar de nuevo y esperar que las malas compañías no influyan en las decisiones de las semillas de la próxima temporada.