Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Crisis

16/06/2020

Pasé por la calle Trinidad antes la más comercial de Talavera y lo que vi me dio miedo; hace unos meses yo bromeaba, cierto que era una broma ácida y con poca gracia, con que Talavera se había convertido en la ciudad del se vende-se traspasa-se alquila; pues toda la zozobra que mi pretendida guasa expresaba es ahora realidad. Sin vuelta de hoja, amarga, miserable e indiscutible en esta ciudad de futuro negro o sin futuro directamente. Nadie imaginó que a la Talavera en crisis le cayera en suerte un Gobierno nacional inexperto, inepto, torpe, inútil y embustero hasta la náusea que hace mangas y capirotes con lo que se supone es un régimen democrático, al menos yo no podía imaginarlo. Al pasar por la Trinidad he visto la cara feroz de la crisis. Pero aún vendrá lo peor.
Y aunque parece imposible superar el grado de torpeza de todos los miembros del Gobierno, no dejo de acordarme del gran espanto, bien escrito: el Gran Espanto el nefasto ministro Marlaska que me produce intensa vergüenza, seguro que a muchos como yo les pasa igual, pero no es comparable con la rabia que siento al verle el rostro con la barba rala, los ojos y los pómulos hundidos, gris, macilenta,  si la cara es el espejo del alma, la de este sujeto deber ser idéntica por lo menos a la de Dorian Grey a juego con el infausto Gobierno de Pedro Sánchez. Comprendo que el terrible pecado de este individuo no es tener una cara innoble como de enfermo, grisácea y cenicienta, el gran pecado es el incalificable asunto del cese de Pérez de los Cobos y la manipulación de la Guardia Civil. He escrito varias veces que un columna de opinión no está para insultar, lo que ocurre es que después de escuchar en el Congreso a Pedro Sánchez gritar ¡viva el 8 de marzo! en un tóxico y mendaz empeño en negar sus responsabilidades y las de su Gobierno en los días que pudieron impedir la maldita fecha tras haber sido advertidos varias veces de los peligros que tal cosa provocaría, ¿cómo puedo calificar a Pedro Sánchez cuando su empeño ha provocado miles de muertes?  Dejo a los lectores que pongan el calificativo. Creo que lo dijo alguien en la tribuna del Congreso poco después, pero como su idea coincide plenamente con la mía lo escribo: ese grito insensato, fatuo, falto de responsabilidad contrición y verdad, ciego por negarse a reconocer su culpa y tan falso como cerrilmente contumaz es lo mismo que decir que a Pedro Sánchez le importan un rábano o mucho menos las muertes que su demente estrategia aplicó el 8 de marzo.
Acabo con esta columna que ha resultado una miscelánea diciendo a los columnistas que se consideran progresistas eso que a mí me resulta tan casposo, mohoso y arcaico de ‘las izquierdas y las derechas’, que sean consecuentes y lo hagan bien: las izquierdas y los izquierdos y las derechas y los derechos.
Digo yo.