José María San Román Cutanda

A Vuelapluma

José María San Román Cutanda


Doce periódicos toledanos: El Nuevo Ateneo

30/01/2023

Aunque en 1878 fue fundado por parte de Enrique Solás y Crespo un periódico muy breve llamado 'El Ateneo', donde se publicaban las conferencias impartidas en el Centro de Artistas e Industriales de Toledo y algunas noticias relacionadas con aspectos intelectuales, la revista 'El Nuevo Ateneo' fue fundada el año siguiente con el mismo objetivo y por razón de que la anterior fue suspendida por cuestiones de carácter gubernativo, aunque esta segunda gozó de una historia más longeva, en la que contó con sedes en la calle del Cristo de la Luz y en la Librería de Fando de la calle del Comercio.
La solvencia de esta publicación venía avalada, en primer término, por la reconocida probidad intelectual los directores que tuvo a lo largo de la década en que se publicó. El primero de ellos fue el artista y académico toledano Federico Latorre Rodrigo, quien fue definido en la necrológica que sobre él escribió Adolfo Aragonés de la Encarnación como «ilustre artista», y que fue el Numerario que menos tiempo ostentó la plaza en la Real Academia toledana, pues la muerte le sorprendió tan solo treinta y un días después de tomar posesión de su plaza con el discurso 'De re histórica'. El segundo director fue un alicantino, Saturnino Milego Inglada, catedrático de literatura, pedagogo y jurista, quien también colaboró en otras aventuras periodísticas como La Enseñanza Nacional o el almanaque Lo Rat Penat, ambos publicados en Valencia. Según Rosa María Monzó, tuvo también un importante grado de participación en las Memorias del Instituto de Toledo, al que perteneció como secretario.
La revista, impresa por la familia Fando y que en primer término fue semanal y después, en 1882, pasó a ser quincenal, publicó su primer número el quince de febrero de 1879, publicándose únicamente en los meses del curso académico. Su finalidad era publicar noticias de interés local y general, así como noticias relacionadas con cuestiones de corte más cultural. Y su precio, que comenzó por cuatro reales al mes, pasó a una peseta en el año 1880, contando con un descuento si se compraba el trimestre que importaba dos pesetas con cincuenta céntimos al mes.
En el contenido de la revista tenían un gran peso las noticias relacionadas con las conferencias científicas y literarias que se impartían en la ciudad. Y, entre sus secciones más interesantes, es muy interesante leer la publicada como 'Correspondencia a El Nuevo Ateneo'. Esta revista ha sido confundida en más de una ocasión como un boletín asociado a ateneos toledanos nacidos a finales del siglo XIX. Aunque sí es cierto que, como su antecesora directa, tuvo relación directa con las actividades culturales realizadas en el Centro de Artistas e Industriales de Toledo, del que ya hemos hablado anteriormente y que, por cierto, merecería no solo un estudio pormenorizado, sino también un proyecto para devolverlo a la vida.

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