Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Jarrones chinos

06/06/2020

La paternidad se la adjudican unos a Felipe González y otros a Jordi Pujol. Sea quien sea el que pronunció aquello de “los ex somos como jarrones chinos, valen mucho pero nadie sabe dónde colocarlos”, tenían razón a medias. Hay quien se vuelve loco por sentar a un ex en su mesa, pero otros huyen de ellos como de la peste, sobre todo si quieren hacer carrera, porque creen que aparecer junto a un ex le contamina para mal.

Estos días se cumple el segundo aniversario de Mariano Rajoy como ex, y se ha ido a comer con la gente de su equipo que le era más cercana, capitaneados por Soraya, Fátima, Méndez de Vigo, Ayllón, Miri Barreira y Carmen Martínez Castro entre otros. Los nombres demuestran que Rajoy sentía más cercanos a algunos directores de departamento o secretarios de Estado que a ministros, le importaban más las personas que los cargos que ocupaban. Y le sigue ocurriendo.

Rajoy es un ex que ha abrazado con entusiasmo la causa ex. No oculta que se encuentra muy satisfecho con su vida actual, aunque seguro que no le ha gustado cómo fue desalojado de la presidencia, con una moción de censura basada en una acusación de corrupción que los tribunales determinaron que era falsa. Pero ha tenido la inteligencia de asumir con buen ánimo que su carrera política se había terminado y no sufre la ausencia de poder que se advierte en otros políticos, en otros ex.

Por ejemplo, se nota de lejos que Aznar echa de menos mover un dedo y que se cumplan sus instrucciones, o hacer un guiño y que cese un alto cargo. Ahora manda en el PP por persona interpuesta, Casado le hace mucho caso y ha colocado a la mayoría de sus colaboradores, pero no es lo mismo, porque la última palabra siempre la tiene y tendrá el presidente actual del partido. Zapatero anda yendo y viniendo de Venezuela, se cree indispensable para conseguir un acuerdo entre Maduro y la oposición, convencido de que tiene la varita mágica que permitirá que los venezolanos vuelvan a ser libres y el chavismo acate las reglas de la democracia. Debe ser el único ciudadano del mundo que no comprende que apoyar a Maduro no tiene perdón. En cuanto a Felipe González, al igual que Rajoy se ha retirado a sus cuarteles de invierno, escribe artículos en los que defiende posiciones contrarias a las del actual presidente, que es de su partido, y se guarda muy mucho de hacer activismo contra Pedro Sánchez, aunque algunos socialistas de pro se lo piden cada lunes y cada martes.

Rajoy dijo que dejaba la política y lo hace con todas sus consecuencias. Como Felipe. Los otros dos ex presidentes zascandilean y no caen en la cuenta de que los que han dejado mejor recuerdo y se echa de menos son los que han dado carpetazo definitivo a su carrera.