Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Mirar a otro lado

01/03/2021

Mirar a otro lado, tiene sus consecuencias, y es que al final hay muchas posibilidades que ocurran esas cosas a uno mismo, y los demás mirarán al otro lado. Y así le va a la humanidad desde hace mucho tiempo; que como el dicho dice «dime de qué presumes y te diré de qué careces», siendo esta es la manera actual, que se vive. Primero miramos a otro lado y después, nos vanagloriamos de ser o mejor dicho parecer lo que no somos, resultando la sociedad que estamos experimentando, que evidentemente no está siendo lo que todo el mundo se cree. Es decir, vivimos en un artificio, un escenario de un teatro, que la tramoya elemento complementario y artificial, siempre la vamos adecuando a nuestra acción, y así es constantemente en las últimas generaciones, una tras otra. Al ir haciendo esto de un modo recurrente, el artificio de la tramoya, lo vacío realmente, cada vez es más grande, por ser esto de lo banal, una de las últimas pautas educacionales eso sí muy «progresistas» y (…), trasmitidas en ese avance generacional. Dando el resultado actual, que como miramos a otro lado, si no ha estallado está a punto de hacerlo, y al mirar constantemente a otro lado de las realidades de pena y lamento que a muchos, les iban ocurriendo, y al estar mirando a otro lado, no las hemos querido ver, ni oír, pero han estado y están pasando. Lo que ocurre ahora es eso que decía Beltor Brecht, aunque, ciertamente era del pastor luterano, Martín Niemöller: «Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, yo no dije nada, porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío. Luego vinieron a por mí, y no quedó nadie para hablar por mí». Así pues, ahora es el tiempo de lo último, porque la mayoría ha mirado a otro lado, aunque siempre una minoría si hemos mirado y oído, y hasta reclamado, pero nada de nada, condenándonos incluso por esa mayoría, al desprecio y al ostracismo social. Y ahora el resultado esta siendo igual para todos, y para esa mayoría, que se creía ganadora, ahora está en la lamentación ¿A quién y porqué se lamentan?, si se creyeron formar parte de los que vencen, incluso se reían de la minoría, cuando en verdad son el resultado del mirar a otro lado.