Se le llena la boca al sector progre-ecolo-jeta sobre las bondades del bienestar animal, la protección de la vida sin granjas y la vuelta a la edad de recolectores, sin cazadores, porque en aquel tiempo el heteropatriarcado y los machirulos del Cromagnon ya ejercían presión contra el animalario del planeta.
Pero ¿y del paisaje? De ese no se acuerda nadie. Decimos que la acción antrópica está devaluando nuestro planeta, pero, en lugar de adecentar los montes, mantener y protegerlos frente a la erosión, lo que hacemos es ponerle redes al campo.
Da gusto ver el premio a la Mejor imagen de Toledo, pero de la red de acero que sujeta el cerro sobre el que se asienta la ciudad, no digamos nada. Ese mallazo, visible en centenares de metros cuadrados de la ronda de la Cornisa, o por la ronda del Valle, es preciosa, y ¡muy valorada! por los votantes virtuales de la mejor postal de la ciudad. Si pasearan más allá del gentrificado centro histórico de la ciudad comprenderían de qué hablamos.
Doy la razón a la alcaldesa, en 2014 la ciudad estaba muerta, tras 8 años de gobierno de Page, la imperial ciudad agonizaba. Ahora tampoco está esplendorosa, tras otros 8 años en los que no ha habido nada, en 6 meses ha tratado de hacer todo lo que no había hecho antes: conclusión, en 7 años se ha estado tocando el moño.
También tenemos las redes en los monumentos de Toledo para impedir que las palomas aniden en los conjuntos escultóricos, ¿mejor eso que controlar y erradicar unos bichos alados que ensucian y perjudican más que benefician? No son autóctonos, no son salobres, perjudican nuestro modo de vida y el aspecto de nuestras ciudades.
Quedan 67 días para unas elecciones, como diría alguno, a cara de perro. La posibilidad ya tangible y clara de que Page abandonará la política, si hasta Tolón critica su inacción en el gobierno.
La 'fiesta de la democracia' esa en la que tendremos la primera oportunidad de demostrar con papeleta en mano que Sánchez y Page han de desaparecer del mapa político español. Yo aún tengo la esperanza de un súper domingo, elegir todo lo elegible, el mismo día, con las papeletas enredadas en el paisaje toledano anunciando un cambio de Era.