Francisco Javier Díaz Revorio

El Miradero

Francisco Javier Díaz Revorio


Puy du Fou

11/10/2019

Aunque había oído y leído las más variadas opiniones sobre Puy du Fou, este parque temático histórico que abrirá en Toledo en 2021, no he querido opinar hasta no ver este «anticipo» consistente en el espectáculo «el sueño de Toledo» que durante estas semanas se ha podido contemplar. Creo haberme expresado correctamente al decir que se trata de un «parque temático histórico» que de momento nos ha mostrado un «espectáculo». No hay que esperar, por tanto, un museo, una obra de investigación histórica, ni siquiera exactamente una recreación histórica. Sabiendo lo que es, por lo que ya hemos visto y por lo que cabe imaginar, mi opinión es que estamos ante algo fabuloso, excelente, muy sorprendente, y que va a generar un impacto extraordinariamente positivo en nuestra ciudad y en nuestra región. Estéticamente es precioso, impactante pero no excesivo, elegante y, por supuesto, verdaderamente espectacular. En cuanto al contenido, constituye una maravillosa evocación de la historia de Toledo, también de nuestros mitos y leyendas; o quizá sería mejor decir de la historia de España vista desde Toledo, o colocando a nuestra ciudad en el centro. Sin merma del rigor, y sin entrar en polémicas, apela a nuestros sentimientos como comunidad, ya que no hay nación ni sociedad cuyo ser no se base en la historia, pero también en sus mitos y leyendas. 
Como con todas las cosas positivas que Toledo ha logrado en las últimas décadas, no han faltado las críticas, ni las visiones pesimistas de los habituales aguafiestas. En el caso de Puy de Fou, desde que se anunció no han faltado las críticas por mil motivos: supuestos impactos medioambientales, posibles costes de todo tipo, o incluso por la actitud decididamente favorable de la administración local y autonómica. Por no decir críticas sobre el rigor histórico, carentes de todo sentido si se entiende de lo que se trata. También están, desde luego, aquellos a los que solo pensar en que hay una «empresa» que pueda obtener un «beneficio» les produce urticaria. Basta tener una mínima visión para comprender que los costes, en todos los terrenos mencionados, son inexistentes o insignificantes, en comparación con los extraordinarios beneficios que el parque aportará a nuestra ciudad. Por supuesto, hay detalles que mejorar, pero en general estamos ante algo realmente «histórico» para Toledo. Me hubiera gustado, desde luego, que una empresa española se «hubiera atrevido» en todos los sentidos, a hacer algo así. Pero lo ha hecho Puy du Fou (aunque quizá podría haber adaptado algo el nombre para su sede española…), así que enhorabuena a ellos, a todos los que han apoyado el proyecto, y por extensión, a todos los toledanos.