Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Nadie atrás

28/03/2020

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero en casa aguardamos el día que volvamos a sentir un abrazo bien repartido como agua de mayo (casualidad y juego de palabras, lo de mayo).
Bien es cierto que los nubarrones del futuro cada vez se van viendo más negros, pero aquí es donde llega el momento de demostrar la sabiduría. El saber nos lo da, no sólo la capacidad y el talento, sino el estudio, la preparación y la experiencia.
Hace 12 años sufrimos la primera crisis socioeconómica global y las repercusiones de las decisiones tomadas entonces, aún las estábamos tratando de paliar. A toro pasado muchos manifestaban las recetas que habrían dado para solventar lo que tocó gestionar: la ruina.
En  esta ocasión no tenemos reservas, ni tampoco margen de maniobra. Tenemos la experiencia de aquella gestión. Nos dimos cuenta  que hubo muchas recetas muy útiles, y otras no tanto. Unas ayudaron a paliar y sobrellevar problemas, otras lo único que consiguieron fue generar mala prensa y mucha animadversión.
Tengamos en cuenta las recetas a toro pasado que nos dábamos en estos últimos años, nadie negará que eran de bonanza, pero después de esta catástrofe ya no toca gestionar ruina, sólo nos va a quedar miseria.
Saldremos adelante sí, no con soflamas de lealtad impostada, no con cinismo y mentiras o medias verdades. Saldremos adelante sí, porque la sociedad no aguantará memeces. Se pedirán responsabilidades, sí, pero no valen atenuantes por la incapacidad existente.
Saldremos adelante, sí, porque arrimaremos el hombro, porque siempre sacamos lo mejor en los peores momentos. Sólo pedimos que  os faciliten las recetas más adecuadas para que no quede nadie atrás. Que no tengamos que pensar recetas a toro pasado en el año 2025.
Vayan pensando en incentivos fiscales para la reactivación. Será necesario compensar las cuotas de autónomos, sería razonable reducir las cuotas de sociedades, incentivar las contrataciones, flexibilizar los plazos a los autónomos y a los pequeños negocios. Y el resto haremos lo que esté en nuestra mano por visitar al pequeño comercio, al empresario de cercanía, aquel que durante estos meses se ha visto abocado a echar el cierre, o ha abierto para abastecernos arriesgándose a que le lleváramos al bicho.
Esta vez no dejemos a nadie atrás.