Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


El vino en la Edad Media

09/03/2020

Curiosamente durante la Edad Media, en reductos como lo fue la Península Ibérica, espacio donde se contuvo la penetración de la expansión musulmana hacia Europa, y que se mantuvo en un gran cambio regional, político y religioso desde el año 711 hasta 1492. Eso sí, siendo la presencia islámica solo los dos últimos siglos por el sur de la Península Ibérica. Pero lo extraordinario, es que durante su estancia en la Península Ibérica sí se permitía en cierta medida las plantaciones de viñas, porque estrictamente no se dedicaban para la producción de vino, sino que se tenían plantadas por el posterior consumo de las uvas como fruto, o como la generación de algún tipo de mosto (zumo de uvas) sin llegar a fermentar del todo. Hay documentaciones del siglo VIII en la ‘España’ de la época, por ejemplo, para las celebraciones de bodas de los musulmanes, donde sí se permitía el consumo de este tipo de mostos medio fermentados, pero en verdad eran vinos a falta de término de la fermentación.
Cierto es, que siempre nos justificamos, con acciones que en verdad no cumplen las normas estrictas, pero que sirven para excusar los actos que se saben ilícitos (a lo largo de la historia siempre ha habido ‘mini’ corrupciones). Hay que tener en cuenta que, en esa época de la historia, la ‘tolerancia’ entre las religiones era relativamente llevadera, es decir, a los cristianos y judíos que estaban bajo el mando musulmán se les permitía ciertos aspectos de su forma de vida, así pues, no perdiéndose del todo, la identidad propia de cada comunidad. Por ello, los cristianos y judíos podían mantener y cuidar viñas y en parte hacer vino para ellos, durante el gobierno musulmán, asimismo, podían comerciar con el vino elaborado en aquello tiempos. Por este comercio del vino, entre los judíos y cristianos, las administraciones musulmanas de una manera indirecta del Vino, también obtenían un beneficio económico, mediante el cobro de los tributos correspondientes de ese mercadeo. Se debe saber que, en esa época larga, de la Edad Media y en concreto en la Península Ibérica, el vino que se tomaba era en verdad poco, porque el precio que tenía solo era asequible su consumo para las clases pudientes, y la gran masa social del resto, ciertamente solo tomaba vino en contadas ocasiones, porque sus dineros daban para poco.