La Federación Española de Municipios y Provincias ha presentado su Plan de Memoria Democrática que se inicia con noventa y dos actuaciones para la investigación y exhumación de restos enterrados en fosas comunes durante la Guerra Civil y la Dictadura en otras tantas localidades. «Que no haya un solo día –dijo en dicho acto la vicepresidenta Carmen Calvo- sin que no se haga un esfuerzo de excavar, identificar, recuperar o dar digna sepultura a nuestros compatriotas, […] no se trata de reabrir ninguna situación pasada, sino de alcanzar la paz a través de la justicia». Rielves y Toledo son los dos únicos ayuntamientos provinciales acogidos a la primera fase del Plan.
Las subvenciones que el Gobierno, a través de la FEMP, ha concedido a las entidades locales es de 750.000 euros. La cantidad, desde luego, sabiendo que son más de cien mil los desaparecidos olvidados en las cunetas y fosas comunes de nuestro país, es mínima, pero se trata de un primer paso dentro de un plan cuatrienal que el ejecutivo de Sánchez está dispuesto a realizar. Francisco Etxeberría, forense que ha asesorado en la redacción del proyecto de nueva ley de Memoria Democrática, estima que en cuatro o cinco años, el número de víctimas que se podrían recuperar superarían las veinte mil. De los cero euros que Rajoy consignaba en los PGE para estas cuestiones, se ha pasado en 2021 a once millones, aumento notable.
El proyecto subvencionado en Toledo está orientado a realizar una base de datos de víctimas, cruzando la documentación de diferentes registros y archivos públicos, para identificar mejor a cuantos hombres y mujeres sufrieron aquella cruel represión política, contribuyendo con ello a determinar el lugar donde, en el caso de los aún desaparecidos, reposan sus restos. Esta propuesta de trabajo continuará estudios anteriores llevados a cabo por investigadores como Nati Rodrigo, Isabelo Herreros, José María Ruiz Alonso o asociaciones memoralistas. Como bien dijo la vicepresidenta, iniciativas como ésta son una deuda con cuantas familias «esperaban que la democracia arrojara luz sobre sus dolores», añadiendo rotunda que «no vamos a parar», porque, como también afirmó, no puede consentirse que en España siga habiendo «víctimas de diferente consideración». A ver si ahora, de verdad, la reparación con todas ellas culmina de una vez.