Me viene a la memoria las palabras de mi admirado Silvio Rodríguez cuando expresó que «el amor es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha», y ello me lleva a la actuación de Judith Mateo, en su último concierto del pasado miércoles 3, en la ciudad donde nació, en su Cuenca del alma, porque escucharla es esa excelencia de un universo lleno de estrellas que provocan luz y paz, cuando escuchas la voz de su violín, siguiendo también la frase de Yehudi Menuhin cuando dijo que su violín es un como un ser vivo porque tiene voz.
El violín es un instrumento que tiene más de 300 años en la historia de la música. Los primeros violines datan del siglo XVI entre las ciudades de Brescia y Cremona, Italia. Fabricados de maderas muy finas, cuerdas de tripa de gato y las cerdas del arco con los pelos de la cola del caballo.
Para Judiht, este instrumento se mueve como aquella fídula de cuerda frotada, lo que otros llamaban viella o rebec, porque le hace sentir sobre su hombro, mientras que provoca los sonidos más inverosímiles, al hilo de la lira da braccio, como si fueran bordones separados del diapasón, cuando le hace sonar a ras de su arco.
Nos volvió a sorprender a todos los presentes, una vez más, y lo hizo con la elegancia de su presencia, de su pasión en el escenario de la Hípica, mientras el numeroso público disfrutaba de su melodía intensa, novedosa en ese nuevo violínARTE que presentará en febrero y que tuvimos la suerte de recibir como primicia. Sus músicos, perfectos paladines de un decorado brillante, arropaban la apuesta de unos acordes hacia el rock como bandera, sin olvidar que MariskalRock bien sabe de premios y reconocimientos, por eso la tiene entre sus bambalinas.
Nos hizo entender porque la 'voz del violín' cubre las cuatro voces humanas: soprano, contralto, alto y bajo, en las cuatro cuerdas. Elegancia, claridad e inteligencia definen a la violinista que ha decidido recorrer ese camino.
Sin duda, Judith Mateo hizo lo que bien sabe, deleitar, provocar, sentir, generar, sorprender, tocar, ambientar y disfrutar de su música para sí y para los demás. Un nuevo espectáculo y un nuevo éxito que le augura todavía mucho camino dentro de la música para el disfrute de los mortales.