Sonsoles Arnao

Tiempos de swing

Sonsoles Arnao


Youtubers en el paraíso

25/01/2021

Si queremos que un adolescente no haga algo la peor estrategia es prohibírselo. Y si queremos que alguien cambie de opinión, tampoco parece buena opción atacarle. Esta semana ha tocado charla-debate familiar sobre impuestos con mi hijo. Adora el fútbol, le gustan los videojuegos y es uno de esos millones de preadolescentes que pasan ratos empantallados, viendo como jóvenes experimentados juegan a sus videojuegos preferidos, realizan directos junto a otros amigos, comentan partidos de fútbol, entre otras tontás.  A mí no me gusta el fútbol, nunca le pillé el punto a las consolas y soy de esas madres que no terminamos de entender qué le sacan a ese pasatiempo. Pero cuando lo tienes en casa, inevitablemente te familiarizas con streamers y youtubers, con TheGref o el escuadrón salchichón, los directos de Twitch, que es lo último en la exposición a tiempo real, y esta semana con el tal Rubius, que ha sido el último en seguir el rastro de sus colegas youtubers para residir en Andorra, que no es un paraíso fiscal para la Unión Europea, y tributar un 10% en vez de un 47% de su renta anual de unos 4,3 millones de euros. Y con esto, de nuevo la recurrente polémica con la que de vez en cuando nos entretienen acerca de los famosos que se van fuera de España para pagar menos impuestos y no contribuir fiscalmente con su país. Pero sin que nadie tome decisiones al respecto. Detractores que ponen de vuelta y media a estos jóvenes pero que aplauden la ingeniería fiscal de grandes empresarios y rentas millonarias para defraudar a Hacienda. Estos jóvenes, algunos empezaron en el negocio con 14 años, han crecido en la España del pelotazo, de la tolerancia a la corrupción, de la factura sin IVA, el aplauso a la picaresca y la veneración a patriotas con domicilio en Andorra y cuenta corriente en Suiza. No se trata de millonarios llevándose el dinero a paraísos fiscales. Se trata del Estado y la Unión Europea permitiéndoles evadir impuestos y no contribuir fiscalmente de manera justa y equitativa con el sistema de bienestar social del que también gozan. Unos Estados que previamente les han permitido ser millonarios. Porque el dinero no existe al margen del Estado, ni la posibilidad de amasar millones o no contribuir fiscalmente. Y particularmente en nuestro país, al contrario del mantra extendido de manera interesada, la presión fiscal está por debajo de la mayoría de países de la UE. Ante este panorama, más que poner el foco en estos personajes, hay que hacerlo sobre el sistema que lo sostiene. La clase sobre política fiscal y la relación entre recaudación de impuestos y prestación de servicios públicos no hay que dársela a los youtubers sino a los millones de niños que les admiran a través de las pantallas. Menos mal que de una vez por todas tenemos un gobierno que iba a poner coto a estos coladeros de riqueza y atajar la injusticia fiscal que provoca esa minoría millonaria.