Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Bernabé, el Chupaligas

06/07/2022

Para Bernabé Mencía, el Chupaligas, aquel verano de 1952 fue de los que no se olvidan. Primero porque se compró una radio.
-No te creas que las había en todas las casas como ahora –asegura echándose la gorra visera hacia atrás-. 'Contás', en Talavera de la Reina estaban 'contás'. ¡Pero yo le tenía unas ganas! Resulta que una tarde al pasar por 'en ca' Venancio García Salinas, en la calle Prado, vi una propaganda en el escaparate que decía: «Su felicidad exige un Philips Variedad». ¡Coño! Y aquello me llegó… Así que entré y me la llevé a plazos. Recuerdo hasta el modelo: BE -514- A. Lo último de lo último. Ya ves tú el dinero que nos sobraba en casa… ¡Que mi mujer y mi suegra -que eran dos santas- casi me ponen de patitas en la calle!
Segundo porque a finales de julio, Miguelito Corroto, el Lucero, se quedó pegado en el transformador de la luz de la Portiña de San Miguel.
-¡Joder! Que yo me encontré con todo el baile –mueve la cabeza despacio-. Babeaba como un perro rabioso y temblaba como una vara verde. ¡Menudo susto nos arreó! Cuando cortaron la corriente con la pértiga… pegó un talegazo encima del 'tejao', talmente como una perdiz muerta. ¡La hostia fue morrocotuda! Fue volviendo en sí poco a poco. Llamaba a su madre y decía 'bolás'. Yo creo que después de aquello no volvió a ser el mismo… quedó un poco 'parao'.
Y tercero, porque Jesús Martín, el de tía Eulalia, a primeros de agosto se comió de una sentada en la Monteraragueña ciento veinticinco 'almóndigas'.
-¡Como lo oyes! Ciento veinticinco y de buen tamaño. ¡La madre que lo parió! Se las pusieron en un barreño de los de la matanza. Yo pensé: Éste no tiene huevos…-le da una risa ronca que termina en tos- Se sentó como un señor, servilleta, tenedor… y ¡pin pan, morena! Una detrás de otra con traguitos de vino con sifón. Cuando se apretó la última tuvo los santos cojones de mojar en la salsa unos canteritos de pan... ¡Si no lo veo no lo creo! No pienses que era muy grande. Naaaa, medio 'peo' –levanta la mano para señalar en el aire la estatura-. Pero el 'jodío' tragaba como una mula trujillana.

ARCHIVADO EN: Talavera de la Reina