Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


El de la motosierra

04/02/2021

Se busca a un tipo armado con una motosierra que se cargó un ejemplar de taray centenario porque le dio la gana, sin venir a cuento y cometiendo un atentado patrimonial que el Ayuntamiento ha puesto en manos de la Fiscalía. Mientras, otros muchos árboles han sido talados con el mismo espíritu que ha guiado al individuo que actuó en Safont: sin ton ni son, sin reflexionar, con una ignorancia rayana en la insensatez, que muestra el desprecio más absoluto por el medio natural. Lo malo es que sus órdenes a veces venían del propio Consistorio. Algo similar a lo que ocurre con el Tajo, que los que mandan en el Ayuntamiento se echan las manos a la cabeza cuando hay un trasvase, sin mucha credibilidad las cosas como son, mientras se dedican a contaminar el río y son multados una y otra vez por la Confederación Hidrográfica por esas tropelías. Ejemplar todo, vamos.
Toledo no es una ciudad verde. Ni parece que el gobierno de la ciudad esté interesado en eso, que ellos son más del gris del cemento. Cierto que no estamos en el norte de España ni tenemos lluvias abundantes, pero quizá por eso mismo el Ayuntamiento debería haber diseñado hace años un Plan de Arbolado con especies acordes a su climatología y a sus características especiales, que no exclusivas. Cuando una visita otras ciudades cercanas, como Ciudad Real o Talavera, observa que los árboles se integran con naturalidad en el entorno y se puede pasear bajo frondosas ramas, que animan a disfrutar de las calles, de las plazas, y a respirar ese oxígeno que nos da alas en un mundo que nos ahoga.
Los vecinos pararon la tala masiva en el parque de Bélgica. La avenida de la Reconquista sufrió un recorte llamativo, al igual que Zocodover, y, en diversos puntos de nuestra bendita ciudad, de vez en cuando se corta algún árbol, así como quien no quiere la cosa, sin dar explicaciones y sin prever qué ejemplar le sustituirá, con lo cual tenemos una urbe llena de alcorques que atesoran basura y colillas. Ahora Filomena ha puesto la puntilla a esta dramática situación con todas las zonas verdes devastadas. Urge solucionarlo aunque parece que no hay prisa.
Lo que está claro es que ni el patrimonio natural ni el cultural gozan del interés del equipo tolonista. En un momento en el que la ciudad se muere por falta de actividad económica y cultural, con cierres a mansalva y sin vida en el Casco, seguimos sin modelo de ciudad. Ha pasado casi un año de la maldita pandemia y no hay propuestas sobre la mesa para que Toledo remonte y dé la vuelta con cautela a un patrón que se ha demostrado inútil. La única idea que se ha escuchado en los últimos meses ha sido la de ubicar el cuartel de la guardia civil en Vega Baja, luego en la Peraleda, por mera imposición, entre otras cosas, porque los socialistas no están dispuestos a escuchar a los vecinos en los Consejos de Participación. Muy progresista todo.