Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Trágala Pepe, trágala Juan

20/06/2020

Durante el confinamiento casero al que nos hemos visto obligados y, del que se han aprovechado sobremanera desde el gobierno central, regional y local toledano, nos han hecho tragar con todo. Nos han exigido y cuasi obligado a no tener pensamiento crítico.
No se podía criticar la labor de gobierno, sabían que lo estaban haciendo mal, y había que tragar. Una vez que se desescala, tampoco se puede criticar, pues son pluscuamperfectos, hasta para ir brindando con tanquerais por las toledanas calles de la ciudad, por su  buena salud y pronto restablecimiento de la situación, así sin más.
Nos van a hacer tragar su propio sectarismo, saltándose las viejas normas de la política, dejar de insultar para admitir propuestas ajenas y trabajar por la comunidad. Ni una sola de las propuestas presentadas, a nivel nacional, regional y local ha tenido pase en las votaciones, les presentaron un trágala, y esa es la negociación. Trágala Pepe.
Todos los colectivos empresariales y sociales están en verdaderas dificultades, pero la red clientelar que han ido tejiendo en la mesa camilla de Moncloa entre Sánchez e Iglesias, supone un trágala en toda regla, si no lo quieres y protestas te echan a los perros de las redes sociales a morderte la pantorrilla.
Pero el trágala que más pervierte la verdad y demuestra el amancebamiento de nuestra sociedad es el de los sindicatos. Haciendo de oposición de la oposición. Callados contra el gobierno, como piedras, y masajeándose las sienes para ejercitar un mantra inacabable y cansino. Trágala Juan. ¡Trágala Juan!
No nos queda otra. Tendremos que ser la gente de la calle, los de a pie, los que saquemos esto adelante. Claro que saldremos de esta, a pesar de lo que nos hagan y nos digan, lo sacaremos adelante entre todos nosotros. Iremos a comprar al comercio de cercanía, iremos de vacaciones por España, ayudaremos a los pequeños talleres, a las peluquerías y consumiremos productos de nuestros agricultores y ganaderos, y seremos muy prudentes.
Ignoremos las petulancias, los chismorreos y las diatribas inanes de los programas Aló, presidente, porque, ya les aviso: tendremos que acostumbrarnos a una nueva normalidad, Sánchez dejará de salir en TV, en directo los domingos, y eso no se puede consentir, por ahí ya no sé si trago.