Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Fiestas de invierno

08/01/2020

Llegado el solsticio de invierno los días comienzan a crecer. A comienzo del mes de enero se empieza a notar; dice el refrán que «por los Reyes conocen los días los bueyes» y que cuando llega San Antón, día 17, ya tenemos «media hora más de sol». 
En nuestros pueblos comienzan las fiestas de invierno, restos de fiestas que se corresponden a otras paganas, muy antiguas, que los pobladores de estas tierras, en épocas prerromanas y romanas celebraban. En el año 274 el emperador Aureliano introdujo en Roma el culto del «Sol Invicto» procedente de Siria, cuya conmemoración, que tuvo mucha aceptación, tenía lugar el 25 de diciembre; la Iglesia cristianizó después esos ritos, en el Concilio de Nicea de 325 se fijó el nacimiento de Cristo ese mismo día. 
Hasta nosotros aún llegan parte de aquellos ritos y en estas fechas podemos reconocerlos. Se trataba de fiestas dedicadas a exaltar la luz y el fuego purificador, justo en el momento en que el sol se revitaliza y sale de su letargo la naturaleza con la esperanza de la primavera. Vuelve un nuevo período de luz.
De aquellos lejanos tiempos aún nos queda en nuestros pueblos la costumbre de encender hogueras purificadoras y de ayuda al sol. Algunas empiezan en Santa Lucía, a mediados de diciembre, es el caso de los pueblos albaceteños de Liétor, Bogarra, San Pedro y Casas de Juan Núñez. «Por Santa Lucía, se acortan las noches y crecen los días». Antes del ajuste del calendario gregoriano, Santa Lucía se celebraba el día 23 de diciembre. 
En estas mismas fechas tenían lugar Las Saturnales, festividades romanas vinculadas a Saturno, dios de la agricultura. Sacrificio en el Templo de Saturno, banquetes, intercambio de regalos y un ambiente de carnaval. Son el origen de nuestras mascaradas de invierno, ritos de iniciación o transición asociados a la fertilidad y para ahuyentar a los malos espíritus con el sonido de los cencerros y que se van celebrando en nuestra región todo el mes de enero.  El carnaval de Santa María de los Llanos en Cuenca y el de El Toboso son los primeros de Castilla-La Mancha y se celebran el día de San Antón. Luego llegará el momento álgido de San Sebastián cuyos mejores ejemplos son los Perros de Santa Ana de Pusa y Los Morraches de Malpica de Tajo en Toledo.