Francisco García Marquina

EN VERSO LIBRE

Francisco García Marquina


Dictadología tópica

06/07/2021

Este raro titular significa algo tan sencillo como las sentencias, refranes, aforismos, decires y dictados con las que el pueblo se expresa y que suelen estar ligadas al lugar, al topos. Los mayores investigadores del lenguaje popular fueron el Maestro Gonzalo Correas del XVII, Fermín Caballero del XIX, Gabriel María Vergara y Camilo José Cela del XX.
Unas son fórmulas de la sabiduría popular, generalmente rimadas para memorizarlas: «Aire de arriba y nublado de abajo / llenan el navajo». A veces describen tipos y oficios: «El herrero de Fuentes: él se lo fuella / y él se lo macha / y él se lo lleva / a vender a la plaza», o critican un lugar que no tiene fuente y donde beben el agua del río, no siempre clara: «En Ventosa se bebe / el agua penosa».
Otras describen críticamente la realidad social: «Venga el gallego a segar / miserable jornalero / que los hombres de Castilla / tienen el trabajo a menos». Hay una general competición entre las bellezas, paisajes y fertilidad de la tierra, ocupando un lugar destacado lo guapas que son sus mujeres, siendo este pareado aplicable a cualquier población: «Las mozas de Brihuega, con un suspiro / resucitan a un muerto, matan a un vivo». Aunque estas loas tienen  sus limitaciones: «Las mocitas de Hontoba  / son pocas y bailan bien / pero tocante a la aguja / ninguna sabe coser», que, a veces, son extremas: «En Mondéjar se crían / buenas muchachas / pero tienen la falta / de ser borrachas».
Muchos dictados expresan la rivalidad entre los pueblos vecinos, y que se insultan utilizando la rima, por la que los de Almadrones sean unos ladrones, los de Corduente mala gente y a quien llega a Trijueque se le aconseja ‘caga y vete’. Doy ahora dos muestras de las invectivas que se lanzan unos pueblos a otros: «Fuentelviejo y Armuña / son dos lugares / que en quitando los santos /son dos pajares» y «Cuando voy por Usanos / paso corriendo / que en pueblo de salvajes / no me detengo».
Hay sentencias humorísticas: «En Ruguilla venden berros / en Sotoca, la ensalada / en Cifuentes se la comen / y en Gárgolilíos la cagan» y otras llenas de sentimientos de añoranza: «Al salir de Maranchón / el alma me dio un suspiro / Adiós, Virgen de los Olmos / que, aunque me voy, no te olvido».
Sobre amores, hay unos llenos de delicadeza: «En Pinilla hay un ladrón / que se ha fijado en mi cara / y me robó el corazón» y otros de desenvoltura ingeniosa: «Cuándo nos veremos, niña / como los pies del Señor: / el uno encima del otro / y un clavito entre los dos».
En la ciudad de Guadalajara entran en competición las propias vírgenes patronas: «La Virgen de la Antigua / come conejo / y la del Amparo / roe Los huesos». «La Virgen de la Antigua / es de oro y plata / y la del Amparo / de hojadelata».
Termino con mi ciudad, cuyos habitantes se tienen por fanfarrones: «En Guadalajara, mucho mantel y poca tajada», y por faltos de palabra: «Los de Guadalajara / de lo que dicen por la noche / por la mañana no hay nada». Conociendo la falta, buscaremos el remedio.