Pedro Carreño

La Ínsula

Pedro Carreño


Casualmente...

25/04/2023

Para el autor de esta columna el 25 de abril -casualmente hoy-, tiene un significado especial y una relevancia particular. Aparentemente, es un día cualquiera y no merecería atención. Pero no es así. Al menos, como se dice, para quien firma este espacio tipográfico.
Este martes es el último de abril. Un mes, para muchos, repleto de argumentos para ser calificado como el más hermoso del año, tal y como cantara y ensalzara Carlos Cano. Abril es un clavel a punto de reventar de luz y belleza. El semáforo verde que abre la puerta al calor y a los días más largos. Abril es la antesala donde explosionan los sentimientos de la primavera. El despertar de la ilusión y el mes en el que se renueva la vida.
Esta fecha tiene muchos motivos para ser celebrada. Y no precisamente porque hoy es el día mundial del pingüino. Que lo es (alguna tele lo recordará hoy, fijo). Un 25 de abril, pero de 1534, a un tal Francisco Pizarro se le ocurrió junto con otros trece españoles (Los de la Fama) fundar la ciudad de Jauja, que fue la primera capital del Perú. Ahí es nada.
Años después, pero también en este mismo día, la flota de las llamadas Provincias Unidas de los Países Bajos, nos dieron la del pulpo en la batalla de Gibraltar y se llevaron por delante a la, por entonces, orgullosa pero ya decadente flota española.
Un siglo después, y también un 25 abril, Daniel Defoe publicó su novela Robinson Crusoe, que seguramente leyera Tom Hanks muchos años después. En 1859, un día como el de hoy, se iniciaron los trabajos para la obra de lo que hoy se conoce como el Canal de Suez, y que tantos conflictos conllevó (y conlleva) por su control.
Seguimos con los barcos. Un 25 de abril de aquel fatídico 1898, los Estados Unidos declararon la guerra a España porque nos acusaron de haberles volado el 'Maine'. Algo que nunca pudieron justificar ni demostrar los yankis. Lo de Cuba y Filipinas, fue efecto mariposa.
Hoy, en nuestra vecina y querida Portugal, este 25 de abril es día conmemorativo. Los portugueses recuerdan su revolución de los claveles. Una fecha que, como se ha dicho más arriba, inspiró a Carlos Cano aquellos versos de «abril para vivir, abril para soñar».
Como habrá comprobado el inspirado lector, escribir y dedicar una columna a este 25 de abril está hoy más que justificado. Siempre desde el punto de vista histórico, por su transcendencia y relevancia en los tiempos posteriores.
No obstante, en el ejercicio de sinceridad y desnudez que conlleva escribir una columna, el autor de la misma confiesa que la columna es un trampantojo. Que su objetivo prioritario e inspirador para rescatar este día del calendario, no era otro sino recordar el adiós de su padre. A quien cada día echa más de menos y que hoy, 25 de abril, hubiera cumplido 85 años.
Te fuiste muy pronto.

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