Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


MAS

28/01/2020

En la mañana del odiado día 20 me llamó Miguel Méndez que estaba según dijo en Almagro, hablé con él andando hacia el Archivo Municipal. A la altura de lo que fue Mary, las Maris para la mayoría, Miguel soltó el mazazo: «¿Has escuchado la radio? Es que cuando venía para aquí han dicho en las noticias que ha muerto Mari Ángeles». Supongo que conocen esa rarísima sensación que produce una notica como ésta: momentos fuera de ti mismo como si se desvaneciera el lugar en que estás y el tiempo no existiera. Perplejidad. Prevés dolor y llanto pero estás tan aturdido que no hay ni dolor ni llanto. No hay nada. Vacío. Para salir del paso pregunté alguna simpleza: ¿Dónde está el cuerpo, la han llevado a Infantes, vais a venir? Mientras andaba pensé qué escribiría sobre el asunto. 
Cuando tengo una muerte tan cercana y tan querida, tan inesperada, necesito escribir algo fabuloso, como una gran despedida que llegue a lo más sensible de quien lea, ocurre que no soy un gran escritor, aunque tengo las ideas claras de manera que pronto supe lo que quería escribir de mi querida amiga: 
De familia de maestros como yo, se movía en un espacio culto y nada convencional, degustadora de la mejor literatura se alimentaba de poesía y trabajo, el trabajo que amó y que en ella, perdonen el tópico, era una religión. Recién salida de la facultad vino a Talavera para trabajar en ‘La Voz’ donde la conocí, esto o cosas parecidas ya se han dicho estos días. Aquella redacción –de un pueblo- le ofreció vivir en cuerpo y alma como era: una mujer muy joven, autónoma económicamente y feliz, sin trabas. Así que se quedó a vivir en Talavera. 
Y aquí estuvo, siempre mejorando en el trabajo, creciendo en el periodismo, enseñando a los que estaban cerca, como tenía que ser viniendo de la familia que venía, y escribiendo claro. Extraordinaria amiga, por alguna razón que no recuerdo nos propusimos hacer una especie de suplemento, complemento, algo que conectara con lo que se cocía en aquellos días entre lo más joven y avanzado de la cultura; era tiempo de La Movida, LA LUNA, el arte «posmoderno», maquetación provocadora, buena música, intensa poesía: TU VERÁS. 
En el invento estaba Mari Ángeles con la voz cantante, Carmen (Jara) Benito de Lucas, (Miguel) Méndez, Ismael Sánchez, Cutiti (seudónimo de no se sabe quién), alcaldes, Inés Valverde, Guadalupe Rodríguez, Rosa B. B., Pepe Pulido, jefes de bomberos, periodistas, nuevos grupos de música, arquitectos y todo el que tenía algo que decir. Trabajé con Mari Ángeles y siempre me exigía más como buena redactora jefe; confieso que yo no me guardaba nada, pero era inflexible con el trabajo; con el tiempo creo que el problema era que yo, con este aspecto que dios me ha dado de despiste, de que lo mismo me da, de pasar, aunque no es mi naturaleza, no debía satisfacerle porque como escribí, el periodismo era para ella una religión disciplinada y no debía ver en mí el fervor debido ¿Verdad MAS (Mari Ángeles Santos)?
Se me ocurre al final que ha sido una magnífica mujer que ha vivido como ha querido. O si me lo permiten, que vivió como le dio la gana y quiso. 
Eso está mejor.