Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Una soñadora en el Ministerio

22/02/2020

La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha presentado esta semana el plan rector de su mandato. Su equipo ha preparado cinco ejes sobre los que pivotará la acción exterior de nuestro país, un programa tremendamente inconcreto que recuerda más al lenguaje abstracto y ambiguo de la ONU que a la realpolitik que acaba ocupando el día a día de cualquier ministro de Exteriores. En España y en cualquier otro lugar del mundo.
Al presentarlo ante el Congreso, González Laya ha hablado de «democracia», «derechos humanos», «multilateralismo», «feminismo», «refugiados», «no proliferación», «economía equitativa», «comercio justo», «un mundo más sostenible y más verde», «un servicio exterior anticipatorio, capaz y digital». Conceptos con los que es complicado estar en desacuerdo en abstracto, pero que luego cuesta bastante llevar a lo concreto.
Está por ver cómo aterrizará las ideas, como trasladará su vocación al día a día y cómo logrará aislar las grandes aspiraciones del barro cotidiano de la política española. Está bien que lo piense, que lo verbalice, incluso que lo intente. Ya veremos si lo consigue.
No va a resultar fácil centrarse en cosas como la «política exterior feminista» cuando en los primeros días de mandato ya le ha sobrevenido un Delcygate, un tira y afloja con Estados Unidos y un pico de tensión con Marruecos y Argelia.
Por no hablar de las contradicciones internas. Por ejemplo, González Laya ha expresado su compromiso por establecer un programa de acción exterior para que España se ponga a la vanguardia de la lucha contra el populismo. Un discurso difícil de sostener cuando acto seguido toma la palabra nada menos que Gerardo Pisarello, representante del partido con el que comparte su presidente el Gobierno.