Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Sigue la penuria en Talavera

01/12/2020

Como la mayoría de los días en esta nefasta época que atravesamos, desde Talavera no puedo escribir nada más que noticias neutras en el mejor de los casos y en el peor ya saben: agua en almoneda, contagios, botellones indecentes y gente que en la mayoría de los casos no se enteran o no se quieren enterar de que sufrimos una espantosa pandemia. Pero como siguen los mismos problemas con o sin pandemia, busco por si hay alguna novedad en el desastre de nuestros ríos. Miro en el ordenador el diario murciano La Verdad, llego a la página dedicada al trasvase y lo primero que veo es un titular que se pregunta ¿Trasvase, qué trasvase? En la información, Manuel Buitrago el periodista que tienen en aquél diario para seguir la actualidad del trasvase más cerca que un sabueso en una película de fugas carcelarias, que asegura con su habitual fanatismo y falta de imparcialidad que el actual Gobierno está dando de lado las peticiones y las cantidades obligatorias de agua que tienen que llegar desde el famélico Tajo al abundante Segura. Obligatoriamente , pase lo que pase. No sé si he escrito alguna vez que el destino de nuestro Tajo está inevitablemente ligado al futuro de Talavera, mejor, de nuestros ríos porque en esto del futuro entra también el querido y despojado Alberche. Pero en Murcia no piensan en semejantes cosas ni les importa un carajo lo que ocurra en las cuentas cedentes, como las llaman con un eufemismo tan golfo como desesperante; allí lo único que preocupa es engordar como sea la estructura de la costa murciana pase lo que pase y emplean para ello otro indecente eufemismo que ahora consiste en decir que su huerta es ‘la huerta de Europa’ por lo que quieren agua, agua, mucha agua y la van a coger de donde sea y como tienen a mano la infame obra que hizo Franco al final de sus cuarenta años, la cogen del Tajo y santaspascuas.
Hace bastantes años cada vez que un gobierno nuevo llega al poder uno de sus mantras inevitables es que cambiaría la ley de aguas, o el estatuto del Tajo o no sé qué historias, eso por no hablar del presidente de Castilla-La Mancha a quien no se le cae de la boca lo poco que el trasvase va a durar y bla, bla, bla, lo cierto es que el trasvase sigue ahí y la sustracción de no cesa y mientras el Tajo y el Alberche ya no pasan por Talavera, porque esos hilos de agua estancada y enferma no merecen llevar el nombre de aquellos ríos que en su día fueron ejemplo de cauces ricos y poderosos regando y dado de beber a todos los habitantes de las tierras por donde pasaban y proporcionando el desarrollo de sus tierras.
Decía antes que la penuria de Talavera y toda la comarca están firmemente unidas al final del trasvase y al vejo cumplimiento de lo que se llamaron las compensaciones por llevarse el agua. Todos sabemos que efectivamente el agua del Tajo se la llevaron y se la siguen llevando ¿Y las compensaciones, aquellas que harían a la tierra talaverana tan rica y próspera que no habría lugar más potente en España? No se sabe, no se contesta-.