Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Fin

31/12/2020

Este año ha sido tan difícil para todos que, sentenciado ya como antipático y poco provechoso, estamos deseando su fin. ¡Qué pase de una vez su último día para que un año nuevo se lleve el dolor y los problemas y nos traiga otras oportunidades y prosperidad para todos! Esperanzados vemos que llega 2021, a pesar de que sabemos que los fenómenos naturales y los acontecimientos sociales suelen seguir su curso sin que haya frontera que los detenga. Menos aún, siendo el fin de año un límite temporal que obedece a una mera convención para facilitarnos la vida. Necesitábamos mayor precisión para marcar edades y referencias más prácticas para nuestras tareas que proponer cerrar un contrato en la siguiente luna o una reunión cuando florezcan los jacintos, anunciadores de la primavera.
Para entender mejor lo que sucede solemos asimilarlo a una narración bien estructurada que, por su puesto, tenga un origen concreto y definido que orienta la trama y que anuncia el desenlace, su fin. Reduccionismo, frente a planeamientos holísticos o sistémicos, es una forma de conocer inherente a la condición humana, aunque- no vale engañarse- bastante primigenia. Para explicarnos los fenómenos naturales, como las epidemias, dedicamos el mayor esfuerzo intelectual a los hechos más influyentes y perturbadores de nuestra segura, y no pocas veces despreocupada, existencia. Similar al análisis fragmentado e inconexo de los acontecimientos de los antiguos humanos para buscar cómo actuar ante las contingencias. Viniegra Velázquez, investigador sobre salud pública, señala que el politeísmo es un ejemplo de ese reduccionismo primitivo porque recrea una deidad para cada poder divino que es necesario según las circunstancias, aunque el monoteísmo no sea garantía de lo contrario.
Un año que termina y el fin de la pandemia con la ansiada vacuna gracias al esfuerzo científico. Instrumento esencial, pero no el único necesario ni definitivo, para la prevención, control y erradicación de esta enfermedad. La UE y el gobierno prevén que a mediados de 2021 esté vacunada cerca del 70% de la población. Sin embargo, el último sondeo del CIS revela que, aunque aumenta el número de españoles dispuesto a vacunarse, hay un porcentaje considerable que se muestra reticente y otro algo menor que prefiere esperar a conocer los efectos de la vacuna.
La resistencia a la vacunación no es un fenómeno nuevo. Torres González lo ha estudiado como un caso de controversia para el que identifica cuatro dimensiones. Una científica relacionada con la efectividad de las vacunas para la prevención, control y erradicación de las enfermedades. Una segunda relacionada con la evaluación del riesgo sobre posibles efectos adversos o no deseados de la vacuna. Una tercera ética, puesto que la aplicación obligatoria, estrategia de control de determinadas enfermedades por su contagiosidad, morbilidad o letalidad, implica considerar los derechos de quienes quieren vacunarse y de quienes lo rehúsan, así como establecer límites a libre elección de tratamiento. Finalmente, una cuarta de carácter político sobre quién debe tomar las decisiones acerca de cómo debe inmunizarse a la población.  
¡Feliz año nuevo 2021!