Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Tiempo interminable

06/07/2020

Ya en las épocas de calor en el hemisferio norte, nos va a tocar vivir según los más expertos en «estas cosas tiempos realmente difíciles», por lo visto durante mucho tiempo del futuro. Y honestamente creo que es en parte, porque hasta tan solo unos meses (en concreto último mes de enero del 2020) la vida que se vivía en el hemisferio norte, era bajo el lema real de estar durante décadas, mirando al otro lado y llevando a efecto lo que dice la Biblia, en Eclesiastés 1, 2-11: «(…) ¡vanidad de vanidades, todo es vanidad! Nada hay nuevo bajo el sol. ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento. Todos los ríos caminan al mar y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá; nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice: ‘Mira, esto es nuevo’, ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores».
Bien, pues como los tiempos que estamos ya no es ‘vanidad de vanidades’, porque según los datos reales de la economía que en verdad, son los que deciden que podamos restaurar los tiempos pretéritos al punto o nivel de bienestar ante pandemia, que en realidad era un bienestar un tanto artificial, porque ya hace años, más bien décadas, hemos estado huyendo hacia adelante, mejor dicho, nos han ido mandado eso, a nosotros hijos de la nación, los que tienen esas responsabilidades, con los mensajes de un bienestar artificial (que en verdad no era) los que eran y son los responsables mayores de nuestros movimientos. Pues ahora y por mucho tiempo, solo toca ser pacientes y aguantar de una manera austera cada uno consigo mismo, dentro de lo que podamos, porque la mayoría vivirá algo que nunca imaginaría.