Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Cuando el diablo...

09/05/2022

En este estado, que no gobierno o quizá sea así. En estos tiempos que, como todos, tienen sus afanes, y sus malestares y algún bienestar, lo menos, en verdad. Todo sector de la vida o la sociedad o la economía, es lo de siempre, en todo, que: «Cuando el diablo nada hace, mata moscas con el rabo». Y por semejanza en el sector del vino, sector económico como lo son todos los sectores productivos de este país, depende de unas conexiones con los demás por sus dependencias necesarias de otros sectores. Por ejemplo, el del papel, porque para etiquetar un vino hace falta papel para la etiqueta, o hace falta cartón para su embalaje. Otro ejemplo es el sector del metal, porque ahora para hacer un vino hace falta un depósito metálico, que una calderería debe crear, y así muchos más sectores, que unos dependen de otros para llegar hasta quien quiere, disfrutar de ese vino, bien a solas o en compañía. Pues bien, otro sector, importante para la realización de la elaboración del vino, tanto desde el campo, como ya en las bodegas y demás, es el sector propio del comercio y la promoción del producto vino; Y también lo es el sector de la energía, que es tema para otra ocasión en sí mismo, para esto de: «Cuando el diablo nada hace, mata moscas con el rabo». Entonces, en el campo de la promoción del vino como en otros, entra la publicidad elemento complejo y muchas maneras o aristas, y una de ellas está inserta en el campo de las ferias, elemento interesante, que en mi opinión no importante, tanto en cuanto, el resultado por importante que sea la feria (por lo menos en este estado que no gobierno) y tiempo que lleve inserta en ediciones realizadas anuales o bianuales, en un número de más de dos dígitos, el resultado insisto es que, por lo menos este sector, feria que haya, feria que no haya, sigue en un punto de mínimo consumo, o por lo menos igual o menor consumo que cuando no había tanta feria promocional, dado que los datos son los que son y están ahí, siendo un país de los tres primeros en producción, en consumo se encuentra en el ranking en el puesto entre los treinta primeros. Bueno, pues cómo es así en los últimos sesenta años, y la subsistencia del sector está fuera de las fronteras, pues nada que no haya ferias en el territorio, y sí que se hagan donde de verdad si se consume, y en este estado, que no gobierno, al vino se le siga tratando cómo se le trata y que el diablo siga matando moscas con su rabo…