Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Una merienda de ‘politogas’…

31/03/2023

Iba a titular este artículo 'una merienda de negros', pero sería realmente poco riguroso con su fondo, porque a lo que «mayormente» quiero venir a referirme es a dos casos judiciales en los que hay políticos condenados, en los que los togados no saben qué hacer para no enchiquerar.
El primero es el del expresidente andaluz, uno de los mayores desviadores de fondos públicos de España, en beneficio de la causa socialista, don José Antonio Griñán. Y el otro, absolutamente reciente, el de la expresidenta del parlamento catalán,  Laura Borrás.
En el primer caso, la Audiencia ya no sabe a quién pedir más informes para retrasar el ingreso en prisión de este delincuente. Pidieron informes forenses, recurrieron al Tribunal Supremo, han vuelto a solicitar informes y por el momento sigue en la calle. Y no solo eso, sino que hace pocos días, la señora ministra de Hacienda, que debe estar muy bien informada, dijo que no había ningún expresidente socialista andaluz pendiente de entrar en la cárcel, lo que significa que piensa o sabe que no va a entrar.
Obviamente, faltaría más, lamento que nadie entre en prisión a esa edad y en esas circunstancias, pero eso es lo que le ocurre a todo el que no es expresidente. Solo recuerdo un caso en que por razones de salud fue excarcelado, pero es que era un etarra, y ya sabemos que estos tienen otro tratamiento.
El caso de Borrás es el de otra delincuente que se dedicaba a trocear los concursos que hacía, para posibilitar la concesión a dedo. La forma de contratar es diferente según la cuantía de lo que se contrata, pero como quien hizo la ley hizo la trampa, cuando un contrato es de mucha cuantía y tiene más controles, lo que hacen es que en lugar de comprar un pollo compran dos pechugas, dos muslos, dos alas y un cuello, con lo cual, en vez de una subasta o concurso con publicidad y concurrencia de competidores, se lo adjudican a amigos. Lógicamente, cuando la administración contrata a dedo de forma tramposa, el contratista suele meter la mano entera, aunque después se tenga que desprender de la mitad de los dedos para pagar o agradecer, que es más fino, el favor. Pues esta señora ha sido condena a cuatro años y medio, pero no se preocupen, como trincar no parece que sea grave cuando lo hacen socialistas, nacionalistas o separatistas, ya la propia sentencia aconseja que se la indulte hasta dejar la pena en dos años.
La estratagema es clara: con dos años de prisión no tendrá que entrar en prisión y le saldrá gratis 'el troceo' del pollo. Obviamente, apuesto mis cafetales, el gobierno se avendrá a conceder este indulto, cosas más graves ha hecho, y la señora Borras tampoco entrará en prisión.
El problema es que hoy día todo el que quiere está informado y estas cosas se acaban por saber. Ya sabemos que en España hay un buen porcentaje de personas que siempre aplaudirá cuando es un socialista, separatista o etarra quien hace la tropelía, pero yo creo que a la mayoría, estas cosas les hacen perder la fe en las instituciones y cuando esto pasa surgen los extremismos y se polariza la sociedad. ¿Será esta polarización lo que busca Pedro Sánchez para seguir en su colchón?