El consistorio crea un reglamento sancionador para mercadillos

Jaime Galán
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Se incluirá dentro de la nueva ordenanza de venta ambulante y servirá para regular horarios, licencias e infracciones. Actualmente no existía y responde a una demanda de la Policía Local y de los propios comerciantes

Estado en el que ha quedado, en algunas ocasiones, el aparcamiento de Santa Teresa tras el mercadillo del martes. - Foto: Yolanda Lancha

Es otro de los puntos fuertes de esta novedosa ordenanza de venta ambulante para la ciudad. Los mercadillos sometidos a esta normativa tendrán que seguir unas pautas para poder desarrollar su trabajo dentro de estos espacios. Esto no se incluye para cambiar drásticamente las condiciones de los mercadillos, pero sí que dotará al Ayuntamiento y a la Policía Local de herramientas para sancionar actitudes irrespetuosas de los  comerciantes con las que antes no contaban. Y es que, aunque esta idea también responde a propuestas de los propios vendedores, el motivo básico de su creación es facilitar la gestión del Ayuntamiento. 

Servirá, entre otras cuestiones, para establecer horarios fijos de montaje, evitando que un comerciante instale o retire sus pertenencias en mitad de la jornada, o para mantener el entorno limpio una vez que finalice el mercadillo. De hecho, esa última mención fue el principal motivo por el que se debatió la creación de un reglamento sancionador. Hace unos meses, La Tribuna mostró tanto las quejas vecinales como las imágenes del estado de suciedad en el que se quedaba el aparcamiento de Santa Teresa al finalizar el mercado del martes. Artículo que sirvió también de impulso para que los vecinos lo trasladaran hasta un consejo de participación ciudadana. A raíz de esto, es en una reunión entre el Ayuntamiento y la Policía Local donde aflora la necesidad de unas reglas, «porque más allá de la buena voluntad de las personas, no tenemos herramientas para poner algún tipo de disciplina», justifican desde el consistorio.

PESETAS. La ordenanza que rige actualmente sí que contemplaba unas pautas de sanción, solo que quedaron anticuadas. La normativa de 1993 incluye sanciones económicas desde las 500 a las 10.000 pesetas. Motivo por el cual, ya no se pueden aplicar.