El Talavera dejó escapar la victoria en su visita a Zamora en el último minuto del descuento. La escuadra dirigida por Víctor Cea realizó un encuentro inteligente y sobrio, y logró ponerse por delante gracias a una diana de Toño Calvo en una acción a la contra al inicio de la segunda parte. Tras ese gol, apenas recibió peligro pero pagó muy caro su conformismo con el tanto que supuso el empate, obra de Diego Hernández, en el minuto 93.
Ambas escuadras se medían en el Ruta de la Plata sin margen de error, a sabiendas que, horas antes, el DUX Internacional había puntuado ante el siempre difícil UD Logroñés y el filial del Athletic de Bilbao había ganado al Tudelano por la mínima. Los dos conjuntos necesitaban la victoria, aunque las mayores urgencias estaban en el bando anfitrión, que en caso de derrota vería muy complicada su permanencia en la categoría.
Quizás por esa necesidad salió ligeramente mejor plantado el Zamora. Yago Iglesias apostó por jugar con los extremos a pierna cambiada, con el objetivo de que entrasen por dentro y generar una superioridad por el pasillo central. El Talavera fue incapaz de hacerse con la posesión en esos primeros minutos, pero la realidad es que el conjunto preparado por Víctor Cea no estaba incómodo, dado que su buen planteamiento defensivo impedía profundizar a su oponente.
Esa posesión local no se transformaba en ocasiones, y al paso del cuarto de hora, el choque se equilibró. Rodrigo empezó a aparecer pegado a la banda zurda, y Añón y Pichín comenzaron a conectar en zona de tres cuartos de campo. Los minutos pasaban, las fuerzas se equilibraban pero los dos arqueros eran meros espectadores. La ocasión más clara del Talavera llegaba en un córner, pero la acción ensayada terminó en un remate de Domínguez por encima de la portería. Por su parte, las acciones de ataque del Zamora también eran intermitentes. Solo dispuso de un acción clara el conjunto anfitrión. Adri Herrera descargó atrás a Losada, que tras un autopase largo se plantaba delante de Edu para intentar batirle. Pero antes de definir ese mano a mano, Góngora corrigió en el corazón del área y taponó el disparo para mandar la acción a córner.
Antes del descanso, el cuadro preparado por Yago Iglesias perdía por lesión a Adri Herrera y el Talavera jugó los dos minutos de descuento con un hombre más, dado que el técnico gallego prefirió no gastar una ventana de cambios y hacer la permuta en el descanso.
Ya once contra once arrancaba la segunda parte. En el minuto 51 se adelantó el Talavera. El Zamora gozaba de una acción en superioridad dentro del área defendida por Edu, pero la defensa achicó bien e impidió el pase de la muerte de Luque. Mientras se lamentaba de la oportunidad perdida, el cuadro visitante montó la contra y un centro lateral lo remató Toño Calvo al fondo de la red, sin apenas oposición.
Lejos de venirse arriba, el Zamora se mostraba incapaz de generar peligro. El conjunto preparado por Víctor Cea se contagió del ritmo del choque, cansino y sin profundidad. Veía que su oponente besaba la lona y que apenas generaba peligro. Los técnicos movían el banquillo, pero los minutos pasaban y el Talavera seguía durmiendo la contienda con el marcador a favor.
El primer tiro entre palos del bando local llegó en el minuto 82, en un cabezazo de Javi Navas que Edu mandó a córner. Fue un remate tímido y no supuso ningún tipo de punto de inflexión, porque el Talavera no sufría asedio alguno, a pesar de jugar fuera de casa e ir por delante en el marcador. El partido agonizaba, el Talavera se conformaba con el resultado favorable, y que el rival no daba señales de despertar.
Pero entonces llegó el castigo a ese conformismo de no querer matar el partido. En una acción por la banda derecha del ataque local, Diego Hernández remataba cruzado el centro recibido y salvaba la salida de Edu, y el intento de Domínguez de frenar el balón sobre la línea de gol. Era el 1-1 en el descuento y la desazón se apoderó de un Talavera que ve cómo la salvación se marcha a los cuatro puntos, aunque a la espera de recuperar el duelo aplazado frente al Real Valladolid B.